Carolina Rivera/México
En México el tráfico ilegal de armas se ha convertido en uno de los principales problemas de seguridad pública, derivado del contrabando diario de alrededor de 2 mil instrumentos en la frontera con Estados Unidos, según estimaciones de organizaciones internacionales.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimó que anualmente más de 20 mil armas son objeto del tráfico ilícito, las cuales puede valer hasta 20 millones de dólares.

“La mayoría de las armas que se introducen ilícitamente en México son adquiridas por uno de los 6 mil 700 traficantes que hay a lo largo de la frontera. Un solo contrabandista puede transportar más de 500 por año en cantidades pequeñas para no despertar sospechas”, señala el informe. La globalización del delito: una evaluación de la amenaza del crimen organizado trasnacional, de la Oficina de las Naciones Unidas.

En tanto, un estudio del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego señala que entre 2010 y 2012 al menos 253 mil armas adquiridas en el mercado legal de Estados Unidos llegaron de manera ilegal a nuestro país cada año, lo que representa un ingreso de 127 millones de dólares.

En ese sentido, México es considerado a escala internacional como uno de los países con “gran cantidad de armas ilícitas”, donde ya circulan por lo menos 10 millones de instrumentos no registrados, más los 3 millones 160 mil 179 autorizados por la Sedena.

De acuerdo con un diagnóstico realizado durante el sexenio del ex presidente Felipe Calderón, entre 2006 y 2009 se incautaron 35 mil 943 armas, en su mayoría fusiles de asalto, así como 4 millones 772 mil 571 cartuchos y municiones.

Sin embargo, en el informé se negó la existencia de grupos clandestinos de venta de armamento en EU, aun cuando se reconoció la presencia de más de 12 mil establecimientos en los alrededores y más de cien mil permisionarios.

Ante ello, el gobierno de México impulsa las negociaciones en la ONU para consolidar un tratado de comercio de armas, como el inicio de una estrategia global para evitar que el armamento que se comercian en el mercado legal terminen en el ilícito.

Roberto Dondish, negociador principal del tratado por parte del gobierno de México, aseguró que este acuerdo permitirá ir “cerrando” la pinza en el aspecto legal para evitar que cada día un mayor número de instrumentos terminen en el mercado ilegal.

“Si bien no es un tratado sobre el comercio ilícito, si es un tratado que va ir cerrando la pinza del aspecto legal para ir cubriendo todo el ámbito de la regulación de armas”, puntualizó.

Explicó que aun cuando la aprobación del tratado no tendría una injerencia directa para regular la venta interna, si establece una clara responsabilidad de los estados para buscar que todas las armas que salgan de su territorio lo hagan a través de la vía legal.

En ese contexto, diversas organizaciones nacionales e internacionales han hecho un llamado para que a 10 años de que iniciaran las negociaciones finalmente se logre consolidar un tratado que regule el comercio legal de armas a escala mundial, y con ello contribuir a evitar el contrabando de más de 875 millones de armas pequeñas en todo el mundo.

Sara San Martín, directora del Centro de Estudios Ecuménicos en México, destacó la importancia de contar con un mecanismo de control para la venta de armas, como el primer paso para frenar el problema de la violencia e inseguridad que se vive en el país.

Aseguró que el acuerdo que se discute en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, cuenta con lagunas legales que podrían concretar un tratado a modo, el cual abre oportunidades para reforzar el contrabando de armas.