San Miguel de AEl Agencias
SAN MIGUEL DE ALLENDE, Guanajuato.- Una caseta de vigilancia, un detector de metales, el registro personal y el resguardo de objetos que no se pueden pasar, es el primer filtro para ingresar al  Centro Estatal de Prevención y Reinserción Social de San Miguel de Allende en Guanajuato, uno  de los 58 centros penitenciarios mexicanos con la certificación de la Asociación Norteamericana de Correccionales (ACA).

La certificación conseguida a finales de 2015 y oficializada en 2016 busca renovarse para 2018. Son 40 estándares obligatorios y 97 opcionales, los cuales se dividen en siete ejes: seguridad, protecciòn, orden, cuidado, programa y actividad, justicia y administración y gestión.

En un recorrido a medios acompañados por los directivos del Cereso y personal del programa de correccionales de la embajada de Estados Unidos, se mostraron algunas de las estrategias implementadas para conseguir la certificación.

El servicio que se le da al familiar del interno ha sido mucho mejor, menor tiempo de espera para el ingreso, menos situaciones de riesgo para el interior, lo hemos comprobado los últimos tres años el estado de Guanajuato se ha establecido como uno de los sistemas penitenciarios derivado del diagnóstico penitenciario en los primeros lugares, esperamos continuar estos próximos años en ese rubro”, comentó Arturo Castañeda, Director de Coordinaciòn y control de los Ceresos del Estado.

El Cereso cuenta con cinco niveles con una estructura panóptica, la cual permite a los guardias de cada una de las cuatro torres tener visibilidad de todos los internos en cada sección. El área médica es de especial interés en las evaluaciones de ACA, en este caso tienen tres médicos, tres enfermeras, un dentista y dos psicólogas, atienden urgencias y atenciones de primer nivel. Un estricto inventario pastilla por pastilla, mismas que van siendo descontadas conforme se recetan a los pacientes.

Las herramientas de los internos o personas privadas de la libertad (ppl), como las medicinas tienen un control especial. Éstas son colgadas en la pared, pero debajo de cada una de ellas se ha pintado una “sombra”, así cuando una es retirada para ser utilizada de inmediato se nota su falta y en el lugar de la herramienta es colocada la credencial de la ppl que sea responsable de su uso.

Además de los controles de medicinas, herramientas y también de llaves, asegura Gregorio Nicasio, Director del sistema Penitenciario de Guanajuato, el control de confianza está al 100 por ciento con el personal y no hay tolerancia para quien no lo cumple. Tambièn asegura que hay una estrecha vigilancia para impedir el ingreso de teléfonos móviles para la comisión de delitos y el ingreso de drogas. 

Revisiones y certificación

"Diario hacemos revisiones en todos los centros (10 en Guanajuato) aleatorias, diario se tiene que revisar y aparte de eso hay inhibidores de señal, estamos en un proceso para llegar a tener en todos los centros, entonces en donde hay inhibidores los telèfonos se acabaron y donde llegamos a tener la sospecha que puede haber uno, igual se hacen revisiones.”

La certificación ACA es heredera de la Iniciativa Mérida firmada en 2008 y dentro de la cual se incluye el programa de Correccionales, implementado por la Oficina de Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL). Dicha acreditaciòn indica que el Centro penitenciario en cuestiòn cumple con estàndares mínimos  de pràcticas y polìticas, al mismo tiempo proporciona mecanismos a los funcionarios de las prisiones a mejorar las condiciones, incrementar la rendiciòn de cuentas y ofrecer un ambiente màs seguro y más humano. En México hay 58 centros con esta certificación, los 16 más recientes apenas acreditados el 23 de enero pasado.

El centro Centro Estatal de Prevención y Reinserción Social de San Miguel de Allende en Guanajuato es dirigido actualmente por el licenciado Jorge Luis Mares Medrano y cuenta con una población de 270 personas privadas de la libertad, el 92 por ciento de su capacidad, que alcanza para 293 personas privadas de su libertad. 

El dato

• San Miguel de Allende fue declarado Pueblo Mágico en 2002, por sus estructuras arquitectónicas y su belleza natural.
• EN 2008, la Unesco lo declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad.