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MORELOS.- El sismo de magnitud 7.1 del pasado 19 de septiembre afectó diversos manantiales de Morelos, entre ellos el de Agua Hedionda, en Cuautla, cuyo caudal prácticamente desapareció.

Su flujo de agua regaba más de 2 mil 600 hectáreas de una zona agrícola en la región oriente.

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Otro de los manantiales dañados es el de San Ramón, que regaba más de 80 hectáreas en su zona de influencia, y el de Palo Bolero, ambos en Xochitepec; así como el de Apotla, en Puente de Ixtla.

El secretario Ejecutivo de la Comisión de Agua de Morelos, Juan Carlos Valencia, explicó que tras el sismo desapareció todo el caudal de Agua Hedionda y de San Ramón, mientras que los otros dos manantiales presentan daños menores.

Manantiales de Oaxtepec

Dijo que el de Palo Bolero ya había resultado afectado desde el sismo del 19 de septiembre de 1985, mientras que el de Apotla presenta una variación en su caudal de aportación.

“Nos han reportado en los manantiales de Oaxtepec que está habiendo una mayor cantidad de agua que está aflorando, agua sulfurosa, se presume que pueda estar yendo para allá el agua de Agua Hedionda”, dijo en entrevista radiofónica con Denise Maerker.

Mencionó que un sismo puede provocar que los manantiales desaparezcan por un breve tiempo o definitivamente, cambien la composición mineral de sus aguas y varíen de temperatura.

Aclaró que en el caso de Agua Hedionda y San Ramón aún no se tiene un diagnóstico preciso sobre si la afectación es temporal o definitiva.

“Todavía no hay un diagnóstico preciso, se tienen que seguir observando los manantiales y seguir haciendo estudios para poderlo determinar”, indicó.

Agregó que especialistas de los institutos de Geología, Geofísica y Geografía de la UNAM, junto con expertos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, personal de Conagua y de la dependencia que encabeza están analizando estos efectos tras el sismo.

“(Estamos) compartiendo la información de la que disponemos para tratar de reunir la mayor cantidad de datos disponibles y se tiene que hacer algunos estudios adicionales para determinar si esta afectación es temporal o definitiva”, puntualizó.

El gobierno de Morelos informó que, en caso necesario, el flujo que aportaban los manantiales se garantizará a través de pozos, líneas de conducción desde otras fuentes o cámaras de bombeo y se reducirá la demanda a través de la tecnificación del riego.

Aseguró que independientemente de las conclusiones de los estudios y a la par de las investigaciones de los especialistas, está comprometido en reactivar los centros turísticos a fin de preservar las fuentes de empleo, así como de garantizar el abasto de agua en las zonas de cultivo.