No hubo ejecución en Tlatlaya

En el caso de los 22 cadáveres hallados en una bodega tras un enfrentamiento contra militares, señala la Procuraduría que sí hubo fuego cruzado.

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Velas y una cruz colocadas por familiares de quienes murieron en un tiroteo entre integrantes de las Fuerzas Armadas mexicanas y presuntos miembros de un grupo criminal en el centro de México. (Foto: AP)
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Agencias
MÉXICO, D.F.-  Autoridades estatales informaron que la investigación realizada tras la reciente muerte de 22 presuntos criminales en una bodega del centro de México no registró indicios de que las personas hubieran recibido disparos a corta distancia o señales de haber sido ejecutados.

Algunas preguntas surgieron luego de que el 30 de junio el Ejército informara que tras un tiroteo murieron 22 sospechosos, pero ningún soldado falleció pese a que los presuntos criminales fueron señalados de abrir fuego primero, informa The Associated Press.

La Procuraduría de Justicia del Estado de México señaló en un comunicado enviado a The Associated Press la noche del jueves que "no tiene indicio alguno sobre una posible ejecución".

La dependencia aseguró que encontró elementos balísticos de que hubo un fuego cruzado, además de que pruebas realizadas a los cadáveres señalaron que habían disparado armas de fuego.

Sin embargo, más allá de sus afirmaciones, la Procuraduría estatal no presentó ninguna evidencia concreta de las pruebas de balística ni de la autopsia.

Reporteros de que visitaron la bodega en San Pedro Limón en el Estado de México, que rodea la capital, no vieron señales de un tiroteo prolongado.

El 9 de julio el analista de seguridad Alejandro Hope, exfuncionario en el servicio de inteligencia mexicano, consideró que levantaba sospechas el hecho de que solo un soldado haya resultado herido, mientras que del otro lado las bajas mortales fueran 22.

Contra la pared

Alrededor de cinco puntos en las paredes de la bodega mostraban el mismo patrón: una o dos marcas de balas rodeadas por manchas de sangre, lo que da la apariencia de que algunos de esos muertos estaban parados contra la pared cuando recibieron uno o dos tiros precisos a la altura del pecho.

Había pocos signos de balas perdidas, como podría esperarse en un tiroteo de larga duración.

Las autoridades estatales y federales no han respondido a peticiones constantes de la AP por los resultados de las necropsias y las pruebas de balística.

La Procuraduría del Estado de México señaló que las investigaciones fueron turnadas a la fiscalía federal.

La Secretaría de la Defensa dijo que soldados patrullaban la zona el 30 de junio cuando fueron atacados a tiros desde una bodega. Un soldado resultó herido, pero los 22 presuntos delincuentes, incluida una mujer, terminaron muertos.

Se trató del incidente más dramático en una serie de batallas en las cuales el ejército mexicano dice que criminales dispararon primero a soldados, que luego mataron a todos sin que sufrieran ninguna o muy pocas pérdidas. Ha habido tantos incidentes que grupos de derechos humanos y expertos han comenzado a dudar de las descripciones de los eventos.

Las normas del ejército mexicano sobre combates permiten a soldados disparar contra civiles sólo si disparan primero.

En algunos casos ha habido evidencia de que presuntos narcotraficantes fuertemente armados han sido los primeros en atacar a militares. Pero también se ha vuelto más común en épocas recientes que las fuerzas armadas aleguen ataques que derivan en enfrentamientos en los que sólo los sospechosos mueren.

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