Agencias
MÉXICO, D.F.- Tito Emigdio Fernández Torres, arquitecto que preside la Asociación Michoacanos, Paz y Dignidad dijo en conferencia de prensa que su organización pedirá el desafuero de la senadora panista Luisa María Calderón, quien acusó a esa organización de tener filiación con el cártel de Los Caballeros Templarios, según informó el sitio de Milenio .

La excandidata a la gubernatura señaló hace unos días que un grupo de michoacanos cercanos a los templarios fue recibido el 17 de octubre en el Senado por legisladores de todos los partidos sin que éstos supieran de su cercanía con los criminales. La mesa directiva del Senado presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República.

Hernán Gómez Vargas, abogado que también estuvo en esa reunión a la que acudieron los senadores Raúl Morín Orozco, del PRD; Omar Fayad y Rocío Pineda, del PRI; y la hermana del expresidente de la República, y que también fue imputado por la senadora, dijo que todas los señalamientos de la panista son falsos y que por ello la demandarán por la vía civil y penal, debido a los daños morales que les ha ocasionado.

"Por su culpa ya se nos exhibió y juzgó como criminales. Parece que sufre de paranoia: cada michoacano que ve para ella es un caballero templario.

José Luis Padrón Ramírez, director de dos medios de comunicación en la entidad, Michoacán al Día y Diario de Occidente, quien estuvo en dicha reunión del Senado según dijo para cubrirla informativamente, comentó durante la conferencia de prensa que este día acudirá a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para demandar a la senadora panista por el daño moral que le ocasionó.

"Mi vida está en riesgo porque ahora cada vez que vaya a una comunidad controlada por las autodefensas me verán como templario, por culpa de la senadora. Niego tajantemente que pertenezca a esa organización. Tengo 15 años de periodista."

Tito Fernández aseguró que su organización exige que en el estado no haya ni templarios ni miembros del cártel Jalisco Nueva Generación ni Zetas ni ningún otro grupo criminal. Sin embargo, también criticó severamente la presencia del Ejército en el puerto de Lázaro Cárdenas que estaba bajo el control de los templarios. "La intromisión del Ejército en Lázaro Cárdenas violenta la soberanía del estado y parece el ensayo de un Golpe de Estado en México".

Tanto el abogado como el arquitecto reiteraron una y otra vez que los grupos de autodefensa que se levantaron contra los templarios desde mayo "deben de desaparecer de Michoacán porque en realidad son criminales".