Ricardo Uribe, del Colegio del Aire a la Legión Extranjera francesa
Tras terminar su contrato en la Fuerza Aérea Mexicana, Ricardo Uribe trabajó como productor de audio en un circo y después se fue a Francia a seguir con sus sueños.
Silvia Arellano/Milenio
MÉXICO, D.F.- Ricardo Uribe, originario de Jalisco, abandonó su sueño de pertenecer a la Fuerza Aérea Mexicana y hace 13 meses dejó el país y se fue a París a enfrentar un nuevo reto: hoy es el único mexicano que pertenece a la Legión Extranjera francesa.
"Siempre he tenido vocación de servicio para las armas y vocación de servicio en México. Después de hacerlo en mi país, me vine aquí (a París)", expresó en entrevista con Milenio.
Uribe también es músico y participó junto con la Orquesta de la Legión Extranjera en la ceremonia de bienvenida, en Marsella, que se ofreció al presidente Enrique Peña Nieto, como parte de su visita de Estado, en julio pasado.
"Originalmente quería ir a la legión de España, pero después descubrí la Legión Extranjera francesa en internet y vine en busca de aventura, de un reto personal, de un objetivo fuerte que me pusiera a prueba a mí mismo", contó el joven de 28 años.
La Legión Extranjera francesa se estableció en 1831, se creó como una unidad para voluntarios extranjeros, porque estuvo prohibido reclutarlos en el Ejército Francés después de la Revolución de 1830.
"Más de 35 mil extranjeros al servicio de Francia han dado sus vidas por su patria de adopción", manifestó.
Uribe recordó que el 24 de septiembre de 2104 llegó a Bélgica y después viajó a París, el 29 de septiembre. "Estuve un mes de prueba y me aceptaron en la legión", expresó.
—¿Fuiste militar en México?
—En 2010 estuve en el Colegio del Aire como tropa terrestre de la Fuerza Aérea y después, terminando mi contrato, estuve trabajando en una compañía de circo como productor de audio en Guadalajara, posteriormente me vine a la legión.
Uribe platicó que en México estudio fisioterapia deportiva y trabajó como asistente; productor de audio, estudió música, "y es por eso que aquí me agarraron para la banda. Me encanta la música, soy músico ya desde hace siete u ocho años. Aquí toco la corneta y el clarín de artillería".
Sin embargo, para poder ingresar a la Legión Extranjera francesa tuvo que aprobar varios exámenes médicos, psicológicos, físicos y realizar entrevistas e investigaciones de muchas agencias de seguridad. "Fue difícil, pero nunca perdí la esperanza de estar aquí", subrayó.
Uribe agregó que para poder ingresar a la legión se busca un perfil determinado. "Piden que estés dispuesto a todo para cumplir una misión, que tenga disciplina, voluntad para hacer las cosas, la disposición de estar en constante preparación y aprendizaje".
Señaló que su primer reto fue ganarse el "Kèpì Blanc", sombrero típico blanco del legionario. Es uno de los símbolos de libertad. De acuerdo con datos de la legión, también representa la fascinación de la vida militar en el extranjero, inspirado en un código de honor; es motivo de orgullo en la marcha de los pelotones de la legión, que cierra el cortejo del 14 de julio en los Campos Elíseos de París.
Aunque Uribe está satisfecho con su trabajo como legionario, dijo que extraña a su mamá y sus hermanos, con quienes solo tiene contacto por internet. Sin embargo, sabe que este es un reto personal y una prueba que él se puso.
De acuerdo con la página de internet de la legión, la tropa de combate está dirigida por oficiales franceses, la Legión Extranjera la forman suboficiales y militares de rango extranjeros.
Están unidos al servicio por un contrato de enlistamiento. Ellos firman el primer contrato en calidad de simple legionario. Tiene varias jerarquías, como cabo, sargento, adjunto, adjunto en jefe y mayor. Sus años de servicio para ganarse el puesto van de uno a 25 años.
Todos los suboficiales de la legión comienzan su carrera como simples legionarios. Por cada cuatro legionarios que se enlistan hoy, uno se convertirá en suboficial.
Durante los primeros años como legionario hasta el grado de cabo incluido (entre dos y cuatro años), son vestidos, alimentados y alojados gratuitamente.
El salario neto comienza en mil 280 euros mensuales (aproximadamente 23 mil 40 pesos) y 45 días (laborables) de vacaciones al año. A estas primas deben añadirse diversas indemnizaciones compensatorias: entrenamientos en el terreno, misiones exteriores, y regimiento paracaidista, entre otras.