SEP suprime 'engorroso' trámite a menores migrantes

Ahora podrán acceder con mayor facilidad a los programas del Sistema Educativo Nacional.

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La SEP emitió un acuerdo en el cual dijo que hará más accesibles los servicios educativos para los niños inmigrantes. (Archivo/Notimex)
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Agencias
MÉXICO, D.F.- El gobierno mexicano eliminó un oneroso requisito que debían cumplir los menores con estudios en el extranjero que llegaran al país con la intención de continuar su educación.

México requería que todos los niños y jóvenes migrantes presentaran documentos de identidad y académicos traducidos por un perito y con un sello conocido como apostille, lo cual a partir de ahora no será necesario.

El costoso y difícil proceso había desanimado a cientos de miles de menores migrantes a ir a la escuela en México. A algunos les permitían cursar estudios, pero sin reconocimiento oficial, según informa The Associated Press.

La Secretaría de Educación Pública emitió un acuerdo con los cambios el lunes bajo el argumento de que el fin es hacer más accesibles los servicios educativos.

"El principal problema que encuentran los migrantes al intentar acceder a los servicios escolares es resultado de la falta de documentación y, en su caso, el requisito de apostille de la misma", señaló la dependencia en un comunicado. La apostilla es un sello expedido por autoridades estatales o federales que dan autenticidad a documentos oficiales, incluidos los educativos.

En Estados Unidos, por ejemplo, el costo del apostille es de sólo ocho dólares, sin embargo, conseguir que las escuelas envíen por correo documentos apostillados a oficinas gubernamentales y luego a su destinatario en México, y aún después de eso buscar a un perito para traducirlo, puede resultar en cientos de dólares.

Un impedimento

Berenice Valdez, coordinadora de Políticas Públicas de la asociación civil Instituto para las Mujeres en la Migración, dijo a The Associated Press que por ejemplo un migrante que volvió al estado de Puebla, tiene tres hijos y gana unos mil 500 pesos mensuales ni siquiera puede permitirse viajar a la capital estatal para iniciar el proceso.

"Era un problema muy grande, era un impedimento para que estudiaran muchos niños", dijo Valdez sobre los requisitos que tenía la Secretaría de Educación Pública.

El instituto estima que cerca de 307 mil niños nacidos en el extranjero estudian en escuelas mexicanas, de los cuales cerca de 290 mil nacieron en Estados Unidos.

"Nuestra tarea es garantizar el acceso -y permanencia- a los servicios educativos, en igualdad de circunstancias, de este sector tan vulnerable de la población que es la migrante", dijo el subsecretario de Planeación, Javier Treviño.

Hubo inercia

Más allá del grado académico, no ser capaz de entrar a la escuela hace la vida más difícil para los niños migrantes que están en México y que ya enfrentan problemas para adaptarse a una cultura y lenguaje que muchos conocen poco.

"Tenía un impacto emocional muy fuerte en los niños, porque la educación era una parte de su integración", dijo Valdez.

Aún no está claro por qué no se hicieron los cambios antes a pesar de que por años hubo peticiones y presiones de padres migrantes.

"Era una cuestión de inercia burocrática, nadie quería tomar la iniciativa", dijo Valdez.

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