Ciudades en riesgo de hundirse por el calentamiento global

Si quieres tener una imagen más visual, te mostramos un repaso gráfico aquí...

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Las temperaturas siguen creciendo y los polos se siguen derritiendo, lo que provoca que el nivel del mar siga creciendo. (Contexto)
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Durante siglos, el ser humano ha estado ganando terreno al mar. Los Países Bajos son el mejor ejemplo de ello. También Venecia. Ahora la tendencia es la contraria. El cambio climático y el calentamiento global han provocado que durante las últimas tres décadas el nivel del mar haya aumentado al notable ritmo de tres milímetros y medio al año. Traducido, eso son 10 centímetros desde 1990. No es demasiado, pero las temperaturas siguen creciendo y los polos se siguen derritiendo. Así que a largo plazo es natural preguntarse, ¿terminará mi casa ahogada bajo las aguas del mar?

La respuesta a esta pregunta depende de la respuesta a varias otras preguntas. Desde “¿seguiremos rompiendo el récord histórico de temperaturas medias anuales en todo el planeta, como 2016 parece indicar?” o “¿el grave deterioro del hielo del Ártico se acelerará lo suficiente como para arrasar líneas costeras al completo?”. Como en todo lo relativo al cambio climático, hay tantas incertidumbres como resultados posibles en función de lo que decidamos hacer con el planeta. Pero también hay otra forma de averiguarlo, y es simulando dónde terminarían las aguas de aumentar X metros.

Es lo que hace Global Sea Level Rise Map. Suma variables, toma en consideración los diversos accidentes geográficos de todos los continentes y en función de la cantidad de metros que queramos regalar al mar (desde 0 hasta 60) nos devuelve el mundo del futuro. O mejor dicho, las líneas costeras del mañana. Se puede ver aquí. Al ser interactivo y abarcar el mundo entero, es un entretenimiento perversamente vicioso. Como era de esperar, los Países Bajos y el Norte de Europa, llanuras expuestas, se llevan siempre la peor parte. La cuenca amazónica, Florida, Senegal y casi toda la población china no salen mejor paradas.

Si quieres tener una imagen más visual de las ciudades del mundo inundadas por culpa del nivel del mar, te mostramos un repaso gráfico aquí:

 

La costa mediterránea española si el nivel del mar aumentara sólo 5 metros. Pocos cambios: las zonas más afectadas serían la Albufera de Valencia y el Delta del Ebro, tierras muy bajas y fácilmente inundables. El resto de la costa, sin embargo, es escarpada y tiene numerosos accidentes naturales.

 

No se puede decir lo mismo del Norte de Europa, la desdicha por antonomasia cuando hablamos de subidas del nivel del mar que pondrían en peligro todo. Con sólo cinco metros ya tenemos el agua ahogando a Hamburgo y arrasando con la mitad de los Países Bajos. 

El contraste también es evidente en otros continentes. Aquí tenemos a la península de Yucatán, en México, con 9 metros más de agua marina. La costa ha sufrido importantes inundaciones, aunque a nivel continental la mayor parte de las poblaciones escapan al drama. 

Sin embargo, simulando el mínimo nivel del mar en Colombia y Ecuador los resultados son casi irrelevantes. Sólo las zonas eminentemente costeras se verían inundadas. El resto, gracias a ese pequeño detalle llamado cordillera andina se mantendría muy lejos del mar. Y así pasaría en prácticamente todas las simulaciones. Enhorabuena, Sudamérica. 

Subimos a 13 metros y Bangladesh ya es un espanto. Dacca, una de las mayores concentraciones humanas del mundo, está cubierta de agua. El delta del Ganges lo devora todo y Calcuta también se despide de las zonas superficiales. 

Veinte metros y, un segundo, ¿habíamos salvado a Sudamérica? No tan rápido. Puede que la costa del Pacífico permanezca más o menos inalterada, pero otro cantar es la del Atlántico, muchísimo menos escarpada. En el profundo estuario de La Plata Buenos Aires queda atrapada por el altísimo nivel del mar, y el agua entra hasta el corazón de los ríos que mueren allí. La costa de Brasil también se ve afectada así como Uruguay. 

Peor lo tienen los habitantes de las llanísimas tierras del Volga. En su desembocadura, en Rusia, justo al lado de Kazajistán, el río disfruta de amplias planicies, todas ellas inundadas si el Caspio creciera unos veinte metros. Volvogrado, antigua Stalingrado, caería (Hitler exclamaría desde su tumba “¡era eso!”). 

Treinta metros y viajamos a Senegal, donde el río Gambia transcurre alrededor de un terreno algo escarpado, pero lo suficientemente benevolente en su zona costera como para inundad poco a poco tanto al país que lleva su nombre como al que le rodea. Guinea y Mauritania también se verían muy afectadas. Al norte se ve Nuakchot, capital del país mauritano. 

60 metros. China es un erial. Todas las grandes ciudades del este y del norte del país han quedado atrapadas por la trampa del cambio climático. El mar ha penetrado a través de las ricas y muy productivas, pero también muy llanas, tierras chinas, densamente pobladas. El agua llegaría hasta Pekín. Sería un desastre.

 

En Japón los resultados físicos, con 60 metros, serían menos espectaculares (es un país muy montañoso, el agua encontraría barreras rápidamente), pero no los demográficos. La mayor parte de la población vive en zonas llanas y costeras, como Tokio, la urbe más poblada del mundo, que también quedaría bajo las aguas en el supuesto más extremo. 

Aunque, en fin, nada como el norte de Europa con 60 metros más de agua. Países Bajos sería borrado del mapa y Bélgica dejaría de tener dos regiones diferenciadas para quedarse solo en Valonia. Dinamarca sufriría un destino similar al de sus colegas holandeses, mientras que Reino Unido volvería a su forma de hace varios siglos, con todo Greater Anglia convertida en zonas inundadas o pantanosas (Cambridge, entre otras ciudades). Londres también se llenaría de agua, así como Bristol o la zona industrial de Manchester y Liverpool. Alemania también se vería muy afectada, especialmente la Baja Sajonia. La línea costera se adelantaría hasta Dortumund o Leipzig, y sí, eso que asoma por la derecha es ¡Berlín!

La geografía será determinante. El norte de Europa son grandes planicies prácticamente desde Burdeos hasta Moscú, así que su destino estaría sellado. La península Ibérica, por su parte, quedaría bastante resguardecida. La imagen de más arriba es España y Portugal con 60 metros más de agua. Apenas inalteradas. La peor parte se la lleva el valle del Guadalquivir, la llanura aluvial más importante de la península, y el tramo último del Tajo. Sí, ciudades como Murcia, A Coruña, Barcelona o Valencia amanecerían con varios palmos más de agua, pero el perfil cartográfico de España y Portugal sería reconocible. La costa retrocedería poco. Por una vez, ¡gracias, compleja orografía!

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