Homenaje en campo de concentración de Mauthausen
Conmemoran 70 años de la liberación de los nazis y del fin de la Segunda Guerra Mundial.
EFE
VIENA, Austria.- El antiguo campo de concentración nazi de Mauthausen acogió hoy una multitudinaria ceremonia internacional para conmemorar el 70 aniversario de su liberación y homenajear a sus 200,000 prisioneros, de los que sólo sobrevivió la mitad.
Bajo el mismo portal de piedra que el 5 de mayo de 1945 recibió a los blindados del Ejército de los Estados Unidos, pero sin el águila nazi que entonces aún coronaba la edificación, han desfilado hoy las delegaciones de decenas de países y agrupaciones de víctimas hacia la Apellplatz, el patio central del campo.
El presidente, Heinz Fischer, y el canciller, Werner Faymann, estaban entre los asistentes a las ceremonias del domingo. El acto anual tiene un significado especial este año, cuando el mundo celebra el 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial.
En Mauthausen, conocido como el "campo de los españoles", murieron alrededor de 5,000 españoles republicanos que fueron catalogados por los nazis como apátridas y enemigos políticos del Tercer Reich.
"Mauthausen es un punto clave en el recuerdo de los crímenes del nacionalsocialismo", ha declarado a la televisión pública ORF el presidente austríaco, Heinz Fischer, que ejerció de anfitrión de la conmemoración.
Los internos de Mauthausen fueron los últimos prisioneros de campos de concentración liberados por los aliados.
En el centro de la Apellplatz, rodeada por los antiguos barracones de presos y edificios como la cámara de gas o los crematorios, una por una, cada delegación ha depositado una ofrenda floral ante un memorial de piedra, en un desfile que se ha prolongado a lo largo de toda la mañana y ha concluido sobre las 12.00 GMT.
"Para nosotros esta conmemoración de la liberación no es sólo un acto de recuerdo. Es también una declaración contra la intolerancia, contra la dictadura, contra la xenofobia y el antisemitismo", dijo en el acto central el presidente del Comité Austríaco de Mauthausen, Willi Mernyi.
Declaración de sobreviviente
Entre los 22,000 visitantes que se han acercado hoy al campo con aspecto de fortificación que domina una loma a las afueras del pueblo de Mauthausen, a 160 kilómetros de Viena, estaban, según los medios austríacos, unos 50 supervivientes, muchos en sillas de ruedas o asistidos por acompañantes.
Edward Mosberg, un judío polaco emigrado a EU tras la guerra, ha acudido vestido con un uniforme a rayas como el que llevó siendo prisionero y recordó cómo perdió a toda su familia en diferentes campos de concentración nazis.
"Creo que no hemos aprendido nada del Holocausto, si vemos los conflictos que hay hoy en el mundo", lamentó en declaraciones a la televisión austríaca.
La comitiva española, una de las más numerosas, ha estado encabezada por el ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo.
Antes del acto central de conmemoración, García-Margallo rindió un tributo a la memoria de los deportados en el memorial erigido a los españoles en el exterior del campo, donde destacó la necesidad de "honrar y renovar un deber universal de memoria" ante la barbarie.
"Sabed que esa España que os rinde hoy homenaje es un país abierto, democrático, solidario, integrador. Un país donde el respeto al otro, al diferente, es la norma. Un país que rechaza cualquier forma de intolerancia, de intransigencia, de barbarie", declaró García-Margallo.
Después, el ministro hizo una ofrenda floral en la Apellplatz, seguido por representantes de la Amical de Mauthaussen,
acompañados por jóvenes de varios institutos de Cataluña, y la Asociación de Españoles Republicanos en Austria, al tiempo que un coro entonaba la canción "Yo te nombro libertad".
Un solo español
De los alrededor de 25 deportados españoles que continúan con vida sólo uno, el barcelonés Cristóbal Soriano, estuvo presente en el homenaje.
La conmemoración de este año estuvo dedicada a recordar la practica nazi de "exterminar a través del trabajo", lo que en Mauthausen sucedía, principalmente, en la cantera de granito anexa al campo.
El presidente del Comité Austríaco de Mauthausen destacó que la mejor forma de hacer justicia a las víctimas del nazismo es denunciar las injusticias actuales.
"Es un momento de solidaridad con las víctimas de ayer y las de hoy, con aquellos explotados en la actualidad, con personas que, al contrario de entonces, no tratan de huir de Europa, sino que tratan de llegar a Europa y mueren por miles en el Mediterráneo", subrayó.
En la cantera muchos visitantes recorrieron hoy los escalones de "la escalera de la muerte", que conecta los aledaños del campo con el centro de trabajo, un destino que significó la muerte por agotamiento para muchos internos.
Además de la muerte por extenuación, la cámara de gas en el sótano del campo acabó con la vida de miles de internos, y otros muchos fueron asesinados a tiros o ahorcados por los SS, o decidieron suicidarse lanzándose contra la valla electrificada.
La mayoría de los 200,000 prisioneros de Mauthausen eran adversarios políticos de los nazis o prisioneros de guerra, sobre todo polacos y soviéticos, mientras que alrededor de un 20 por ciento acabó allí por razones raciales, por ser judíos y gitanos.