Agencias
BOGOTÁ, Colombia.- La Policía Nacional de Colombia, que se ha erguido como referente en el mundo por su combate al crimen organizado y la delincuencia, avanza en un proceso de transformación para garantizar la seguridad y convivencia ciudadana internas.

Con 167 mil hombres, la institución centenaria, que opera como cuerpo armado de naturaleza civil a cargo del Estado, tiene como prioridad atacar los delitos comunes en las ciudades, para lo cual evalúa modelos implementados en otros países.

Bajo esa perspectiva, Colombia aceptó esta semana conocer la experiencia de la Policía francesa para reducir la criminalidad a nivel urbano y analizar el modelo de Gendarmería de ese país, una fuerza mixta policial y militar de carácter rural.

El experto en seguridad, Hugo Acero, dijo a Notimex que aunque en muchos países existe una distinción en los roles de la Policía y las Fuerzas Militares, ante el aumento de la violencia se está usando el Ejército para patrullar centros urbanos.

Mencionó el caso de Argentina, donde se ordenó a seis mil miembros de la Gendarmería (una fuerza de seguridad militarizada) patrullar las zonas de más violencia y delincuencia del Gran Buenos Aires, y de Italia, donde se sacó a los militares a las calles.

Según Acero, la violencia que afecta sobre todo a las áreas urbanas, y el insuficiente personal policial para atender las demandas ciudadanas de seguridad, están moviendo a los gobiernos a usar al Ejército en funciones que corresponden a las policías.

Recordó que en países como Colombia, la Policía Nacional se encarga de preservar la seguridad ciudadana, mientras las Fuerzas Militares "tienen como finalidad primordial la seguridad del Estado, la defensa de la soberanía y la integridad del territorio".

Sin embargo, en zonas afectadas por el conflicto armado interno, "los policías tienen que defenderse de los ataques (de los grupos insurgentes) y usar el mismo armamento del Ejército" para proteger a la población civil, subrayó Acero.

A la vanguardia

Para ejercer su función de velar por la convivencia ciudadana, la Policía colombiana cuenta con una estructura de gestión que incluye las direcciones de Policía Judicial, Inteligencia, Antinarcóticos, Carreteras, Fiscal, Aduanera, Antiextorsión y Secuestro.

Es la única institución del Estado presente en los mil 092 municipios del país y cuenta con 18 escuelas y centros de formación, lo que le ha permitido estar a la vanguardia del combate a la delincuencia y el crimen por varias décadas.

Desde 1991, la Constitución colombiana definió la Policía Nacional, adscrita al Ministerio de Defensa, como un cuerpo armado de naturaleza civil, suprimiéndola del Comando General de las Fuerzas Militares.

En conjunto con el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, la Policía compone lo que se denomina la "fuerza pública", cuyo jefe superior es el presidente de la República, ejerciendo su autoridad por medio del Ministro de Defensa y el director general de la Policía.