Agencias
LONDRES, Inglaterra.- Un amplio grupo de teólogos, académicos, parlamentarios y religiosos presentó hoy en la Cámara de los Comunes de Londres una declaración en reclamo de "mayor democratización" en la Iglesia Católica.

Los 179 firmantes denunciaron que los fieles católicos "sufrieron por medidas equivocadas" en materia de ética sexual, incluida la anticoncepción, la homosexualidad y las segundas nupcias, según publica el sitio web ansa.it.

El nuevo Papa "debe introducir más democracia" en la Iglesia, reclama el grupo británico, presidido por la baronesa Helena Kennedy y que incluye entre sus miembros al lord Raymond Hylton, a la profesora de teología Ursula King, a la parlamentaria laborista Siobhain McDonagh y al teólogo y ex cura John Wijngaards.

El petitorio será presentado mañana en Roma a través de Wijngaards, quien actuará como coordinador internacional del grupo.

"La elección del nuevo Papa es una rara oportunidad para que la Iglesia reconsidere sus sistemas de gobernabilidad, introduzca un sistema más democrático para elegir a sus líderes y revalúe los controles de las autoridades ante sus fieles", declaró Wijngaards en la presentación ante el Parlamento.

La petición será presentada mañana en Roma a través del excura John Wijngaards

Según el teólogo, la Iglesia Católica debe modificar la forma en que las autoridades del Vaticano son elegidas.

"Se ha establecido un sistema por el cual sólo candidatos de cierta mentalidad son seleccionados, elegidos y ordenados, aquellos que tienen cierta forma de pensar, y cuyas ideas se corresponden con lo que las autoridades consideran es correcto", dijo el ex sacerdote católico.

"Como resultado, la Iglesia está en peligro de ser gobernada por un pequeño grupo que se auto perpetúa en el poder, y que sólo crea clones de su propia visión del mundo, en lugar de contar con posiciones más frescas", agregó.

Por su parte, la baronesa Kennedy dijo que el caso de Keith O'Brien, el jefe de la Iglesia Católica en Escocia y que renunció la semana pasada a su cargo tras admitir conducta sexual inapropiada contra tres sacerdotes y un ex cura, debe sentar precedentes para una reforma del clero.

"Me da mucha lástima por el cardenal O'Brien porque aquí tenemos a un hombre que claramente quería tener una vida sexual activa y sintió que era erróneo tener relaciones sexuales e ir en contra de su promesa de celibato", dijo la parlamentaria.

"Es terrible torturar a las personas al esperar eso de ellas (el celibato). Siento mucha lástima por el cardenal. No me gusta la idea de contar con religiosos que sean predadores sexuales", agregó.

Luego del escándalo, O'Brien admitió que su "conducta sexual" no fue siempre la que se esperaba de él. En un comunicado divulgado por la Iglesia Católica de Escocia, el cardenal pidió perdón.

"A veces, mi conducta sexual cayó por debajo de los estándares que se esperaban de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal", reconoció.

El 25 de febrero, el todavía papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de O'Brien un día después de que fue acusado de acoso en la prensa británica por cuatro religiosos, lo que dejó al Reino Unido sin representante en el Cónclave de inminente apertura.

En un primer momento el cardenal, máxima autoridad de la Iglesia Católica escocesa desde 1985, había negado las imputaciones, pero después las aceptó.

Las víctimas de la conducta indebida del cardenal se encontraban bajo su tutela en los años 80, cuando fueron abusadas. Tanto para Kennedy como para el grupo de teólogos y académicos católicos, el caso de O'Brien pone en evidencia que muchos fieles "han sufrido equivocaciones de la Iglesia en temas de ética sexual, como la anticoncepción, la homosexualidad y las segundas nupcias".