Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Como consecuencia de la violencia y corrupción que actualmente imperan nuestro país, el turismo proveniente de Europa es advertido desde sus países de origen sobre la violencia y la corrupción que existen en México.

Ejemplo de ello se encuentra en los visitantes que provienen de Alemania, donde su guía turística les da una explicación detallada de cómo funciona el sistema de “mordida”, en el texto se menciona que con un pequeño incentivo económico hacía las autoridades, las puertas que en un principio estaban cerradas, con tan sólo una donación desinteresada podrían abrirse a cualquier persona que esté dispuesta a pagar por ello.

De acuerdo con el texto que se presenta en la guía turística (traducido al español):

Mordida: la frontera entre la complacencia y el soborno.

El escritor americano William S. Burroughs describe en su informe “La ciudad de la diversión”  durante su estadía en México al final de los años 40, el fenómeno “Mordida”, como es llamado el soborno en México.

“Cada funcionario se deja sobornar. "La Mordida" reina sin límites. Y una pirámide de sobornos alcanza desde el policía en la calle hasta el Presidente. Los turistas reciben apenas algo del “sistema mordida”. Sin embargo cada visitante lo experimenta.

Con pequeños regalos de dinero, se puede entrar en todos los ámbitos de la vida pública, rápido y sin complicaciones. Se le abren puertas, que de lo contrario, permanecerían cerradas.

De acuerdo con Florían Berger, turista alemán, a su visita por México ha tenido diferentes pruebas de la corrupción y violencia que existe en nuestro país, pues en los cinco meses que lleva radicante en nuestro país ha presenciado enfrentamientos entre miembros del crimen organizado en el estado de Tamaulipas, y de corrupción en su visita a la ciudad de Tijuana, Baja California.

“Iba en un coche con un amigo mexicano, cuando de la nada se nos apareció una patrulla de la policía, nos detuvo y le pidió al conductor sus documentos, una vez revisado los documentos del chofer nos solicitó bajar del vehículo, nos amenazó con llevarnos a la cárcel por faltas a la ley, pero, antes de subirnos a la patrulla nos dijo que había otra manera de arreglar las cosas, si le dábamos doscientos pesos, por cada uno, nos dejaría ir, ante esta situación accedimos de inmediato” relata el turista extranjero.

Sin embargo, a pesar de estas deficiencias en el sistema de gobierno mexicano, el visitante asegura que espera regresar a esta nación, ya que la gente que lo ha cobijado en su estancia es la que le hace creer en un país que puede salir adelante y tiene mucho que ofrecer al turismo.