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Algunos dolores del cuerpo pueden ser el reflejo de las emociones que se tienen. (labioguía.com)
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Agencia
CANCÚN, Q. Roo.-  El estrés y las largas horas dedicadas al trabajo, especialmente en un destino turístico como éste que demanda servicios de calidad durante las 24 horas del día, son dos de los ingredientes que pueden detonar dolor crónico.

El dolor crónico se define como el dolor físico prolongado. Dura más tiempo que lo que dura el proceso de curación natural y puede deberse a lesiones, inflamación, o neuralgias y neuropatías (trastornos de los nervios), pero algunas personas los sufren en ausencia de cualquiera de estas condiciones, informa el portal web labioguia.com

Según la Dra. Susann Babbel, existen estudios que han demostrado que el dolor crónico podría no solamente ser causado por una lesión física, sino también por el estrés y los problemas emocionales. 

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Hay ciertas partes del cuerpo que a veces nos duelen y que pueden estar reflejando malestares emocionales específicos. Tu físico, tu mente y tu espíritu están conectados, viven en un mismo cuerpo, por eso es bueno saber identificar qué nos sucede y por qué.

Hombros

Nuestros hombros son donde llevamos nuestras cargas. A veces nos cuesta más dejar de lado todo lo que no es nuestro y estar libre de la carga. Un buen consejo es alejarse de las personas que nos hacen cargo de sus problemas y entender que hay ciertas cosas que no están destinadas a que las resuelva uno, sino el otro.

Si la parte superior de la espalda es curva o jorobada, no significa que no se está recibiendo apoyo emocional y se refleja en esta zona. Esto puede haberse convertido en un hábito arraigado, pero que es posible cambiar.

Cabeza

El estrés viene en muchas formas como puede ser la ansiedad, el estrés emocional o el estrés relacionado a la fatiga física. Estas emociones se empaquetan y se acumulan provocando dolores de cabeza. De hecho, llorar puede hacer que una migraña sea un poco peor de lo que ya era.

Para muchas personas que sufren de migraña, un ataque puede ocurrir cuando la tensión ha terminado. Esto se conoce como un dolor de cabeza “en bajada”. Éste, pueden tener un retraso en la aparición, se produce un día o más después de que el estrés haya pasado en tu vida.

Por eso, es importante aprender a relajarse y a meditar. Incluso tal vez sea bueno hacer terapia, para poder vaciar la mente de todas las preocupaciones, si es que identificas que los factores desencadenantes emocionales son un elemento importante en la causa de tus dolores de cabeza.

Cuello

El dolor en el cuello es común en personas con mala postura o que pasan demasiado tiempo sentados. Pero además, este dolor está relacionado a emociones angustiantes. Tal vez, si haces registro de ti mismo, te encuentres suspirando mucho, como si sintieses una culpa o tristeza que quieres sacarte del sistema.

El dolor en el cuello está relacionado con sentimientos de culpa o de llevar adelante mandatos que no son propios. 

Puede significar que estás teniendo problemas para perdonarte a ti mismo o que te estás juzgando con demasiada dureza. Es importante saber identificar estos sentimientos e intentar salir de ese estado, ya sea pidiendo perdón a otros o a ti mismo y por supuesto aceptándote. 

Una buena respiración es clave, ya que cuando nos invaden emociones fuertes tendemos a poner mucha tensión en la parte superior del cuerpo. Respirar pausada y tranquilamente ayuda a bajar el diafragma y a quitar tanta presión de las vértebras superiores.

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