Javier Ortíz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Los empresarios del sector turístico de Bacalar, se dijeron cansados de ser víctimas de los delincuentes, por lo que algunos analizan la posibilidad de defenderse con armas, en lo que consideran su última alternativa.

David Martínez Sánchez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Bacalar, indicó que en una semana registraron tres atracos a igual número de centros de hospedaje, en algunos casos, cuando dormían los huéspedes, lo que consideró la gota que derramó el vaso en cuanto al clima de inseguridad que se vive en la cabecera municipal de Bacalar.

Dijo que hasta el cansancio han solicitado mayor vigilancia policíaca, pero la limitación de elementos de la corporación municipal, le dificulta responder, por lo que integraron grupos de comunicación e instalaron cámaras de vigilancia en sus establecimientos pero nada ha frenado a los delincuentes, por lo que están analizando como última alternativa portar armas para defender su patrimonio.

También te puede interesar: Comparece director de Seguridad Pública de Bacalar por ola delictiva

Cuestionó el sistema judicial que permite que los delincuentes obtengan su libertad de manera rápida, a pesar que son identificados plenamente por las víctimas y que reciben las denuncias correspondientes.

Señaló que no cuentan con mayor alternativa que buscar la protección personal de sus negocios, porque la desesperación ha hecho presa de los agremiados ante el estado de indefensión en que se encuentran.

Javier Ramón Padilla Balam, diputado por el distrito de Bacalar, reconoció el grado de inseguridad que prevalece en la cabecera municipal y reconoció la desesperación del sector empresarial y la propia ciudadanía, pero pidió que todo se conduzca dentro del marco de la legalidad.

En ese sentido, se comprometió acompañar a los empresarios para buscar un acercamiento con autoridades de la Fiscalía General del Estado para analizar la situación que padecen los bacalarenses y buscar alternativas efectivas.

Cabe señalar que a finales del año pasado, la ciudad de Bacalar vivió una ola delictiva similar que obligó a los empresarios a organizarse y buscar acercamiento con el presidente municipal, Alexander Zetina Aguiluz, quien a regañadientes los atendió. Se comprometió a instalar filtros en las entradas de la ciudad conjuntamente con la Policía Federal e intensificar la vigilancia, pero nunca se realizó.