Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Son una infinidad los cultivos de hortalizas que se pueden sembrar en las azoteas de las casas, los cuales en climas cálidos como los que se perciben en la Riviera Maya ayudan a disminuir la temperatura de los hogares hasta cuatro grados centígrados.

Son rábanos, calabazas, jitomates y toda una variedad de legumbres que se pueden sembrar en el techo de una casa, los cuales de acuerdo con Guadalupe de la Rosa Villalba, presidenta de la organización ecologista Moce Yax Cuxtal, es una opción barata de mitigar el impacto del calor que desprende la urbanidad y aprovechar de forma sustentable los recursos que ofrece el destino.

También te puede interesar: Amas de casa van tras cooperativa de huertos de traspatio

De la Rosa Villalba, explica que fue hace casi tres años que la organización que preside inició  con los talleres en donde las personas aprenden a realizar los llamados huertos orgánicos. 

En ese lapso de tiempo han enseñado a por lo menos 300 personas la forma de  cultivar diferentes tipos de legumbres que pueden ser aprovechados para el autoconsumo familiar; además le dan un uso principal, disminuir el impacto del calor por la frescura que emite.

Reducen el calor

En torno a la ayuda que brindan para disminuir la temperatura de las casas en la zona urbana,  la especialista en Ciencias Ambientales, Irasema García  Lubian explica que cuando un techo es verde o cuenta con elementos agrícolas, ayuda a disminuir el calor que aumenta por la presencia de construcciones hechas con cemento, característica principal  que sucede en la mayoría de los grandes centros poblacionales.

La especialista menciona que con los huertos orgánicos sembrados a través de las azoteas verdes disminuyen estos efectos, ya que la radiación que normalmente se refleja en  las construcciones de cemento, la absorben los elementos orgánicos y así se disminuye un efecto que se llama “rebote”, el cual hace que la atmosfera irradie más calor de lo normal a las zonas urbanizadas.

“Es una de las formas de combatir el calentamiento global y reducir la huella del carbono”, menciona.

Por su parte  De la Rosa Villalba, dice que también ayudan a la sustentabilidad y el autoconsumo, pues se puede mejorar la situación alimenticia de las personas, ya que cada familia por lo menos, si se varía el cultivo de las semillas, comería a diario alguno de los productos que cultivase.

“Además hacer un huerto orgánico es una gran manera de cohesionar a los integrantes de un grupo que pretende realizarlo, por ejemplo,  una familia, ya que cultivar es una actividad tan relajante”, expresa la entrevistada.

Alternativa de siembra

De acuerdo con la presidenta de la organización ecologista, sembrar en las azoteas y en otros espacios similares, es una de las maneras como la población de la Riviera Maya puede llegar a realizar agricultura, ya que el tipo de suelo local lo imposibilita.

De acuerdo con lo anterior, el espeleólogo y miembro del Instituto de Prehistoria de América, Jerónimo Avilés Olguín, expone que debido al tipo del suelo de la Península de Yucatán que presenta condiciones calcáreas, los huertos son una opción para iniciar el cultivo de productos agrícolas en la ciudad.

Explica que incluso  hasta los antiguos mayas les fue imposible cultiva directamente en el suelo, ya que la superficie es rocosa y porosa, por lo que una forma de aprovechar esa adversidad es sembrar a través de huertos orgánicos en azoteas.

De la Rosa Villalba expone que actualmente, de alrededor de 300 personas que se han acercado a los cursos que imparte Moce Yax Cuxtal, ha tenido reportes que la gran mayoría ha replicado la información a  otras familias, por lo que estima que al menos en la ciudad ya existe una buen parte de ciudadanos que están implementando esta técnica de cultivo.

Pone a disposición para contacto  la página de internet en Facebook: ‘Moce Yax Cuxtal AC’.