Ángel Castilla/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La presencia de transgénicos en la comunidad de Salamanca, una comunidad menonita en el municipio de Bacalar, motiva nuevos estudios en los municipios de José María Morelos y Lázaro Cárdenas, los municipios con mayor producción de miel en el Estado, para identificar siembra de transgénicos.

Rogel Villanueva, investigador titular de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Chetumal informó que están en la gestión de los recursos para realizar los estudios; los reactivos tiene un costo de cinco mil pesos, por lo que requieren 15 mil pesos, presupuesto que sería absorbido en parte recursos fiscales y recursos que aportarían los mismos apicultores.

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Estos municipios son los de mayor producción de miel en el estado, por lo que están en busca de identificar si existe siembra de transgénicos.

Recordó que durante el primer estudio realizado en el Ejido Nuevo Salamanca y Blanca Flor hace un poco más de un año, confirmó la siembra de soya transgénica en el primero, una comunidad menonita en el municipio de Bacalar.

Indicó que los municipios de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Lázaro Cárdenas son los de mayor producción de miel en la entidad, y a pesar de que el problema no es tan grave hay que ver a futuro, ya que existe el alto riesgo de que la producción pueda estar contaminada con polen de soya transgénica.

Villanueva Gutiérrez agregó en el municipio de Bacalar aún no se generalizan los lugares donde se siembra soya transgénica por lo que en la entidad se está a tiempo para evitar se continúe con la práctica de esta siembra.

Dijo que está comprobado que el sistema de modelo agronómico que se sigue con la siembra de la soya transgénica, es muy agresivo para el medio ambiente porque se aplica el herbicida glifosato, químico muy potente que mata todo lo que existe alrededor de las plantas de soya, contamina el suelo, aire y agua.

Los productos, expresó, se acumulan en el suelo y las plantas,lo que ocasiona que las abejas pierdan el sentido de la ubicación , como ha sucedido en Europa y Estados Unidos, donde las abejas no vuelven a sus colonias, el herbicida ataca su sistema nervioso y mueren en el campo.

Durante el año 2015 el municipio de Felipe Carrillo Puerto cosechó 850.7 toneladas de mil, José María Morelos registró 419 toneladas, Lázaro Cárdenas 50.5 toneladas y Bacalar 198 toneladas.