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Una de ellas espera dejar pronto este trabajo y encontrar otro menos peligroso. (Eric Galindo/SIPSE)
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Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- María y Charlot tienen algo en común, son jóvenes madres, ambas ingresaron a la vida galante por necesidad, una es sexoservidora de la Supermanzana 66 y la otra bailarina de un bar que está por la zona, tienen miedo de los atentados que han sufrido en los últimos días sus colegas de los Spa, dicen que en esos lugares se gana más dinero, la seguridad de todos los giro negros es vulnerable y cualquiera corre el riesgo de sufrir algún daño.

No son sus nombres verdaderos, por seguridad, ambas tienen historias similares, la desintegración familiar, su familia sin recursos y fueron madres muy jóvenes.

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Ingresaron a este mundo solo por unos meses, mientras se estabilizaban económicamente, pero ya llevan un par de años en el ambiente, pero dicen no es muy agradable ese trabajo y esperan dejarlo pronto y encontrar otro menos peligroso y más decoroso.

Los últimos ataques a bares y spa (casa de citas) las han puesto en alerta, el más reciente son los domicilios “rafagueados” en la Supermanzana 29.

María, trabaja en una de las calles de la Supermanzana 66, al día da cerca de diez servicios, los cobra a 200 pesos, si el cliente quiere más tiempo se le cobra más.

Sabe que en los Spa es un poco más “pesado” porque todos están controlados, en referencia a la delincuencia que los tienen supervisados, en esos lugares hay más dinero.

Prostitución

Cada muchacha que trabaja en estos lugares tienen diferentes motivos, por droga, necesidad, algunas porque no saben leer, y conoce como a cuatro que sí las obligan a prostituirse, pero no quiere decir más detalles porque podría causarle problemas.

Espera aguantar un año más en este ambiente, porque entre sus planes es casarse y retirarse de este trabajo, para dedicarse a sus hijos que todavía están pequeños.

Charlot, tienen 22 años, es madre de un pequeño de cinco años, es bailarina de un bar, ahí gana al día un promedio de mil 500 pesos, entre su sueldo y las fichas.

Venta y consumo

El miedo siempre está latente, en todos los bares que ha estado, venden droga, lo meseros, cantineros, todos consumen y venden, lo mismo pasaba en los últimos que balearon donde murieron personas.

Ella está enamorada y espera que muy pronto pueda dejar este ambiente porque quiere cambiar su vida y encontrar un trabajo más honesto.

Ambas tienen miedo de la inseguridad que envuelve estos lugares, pero no tienen otra alternativa que arriesgarse a seguir trabajando para llevarle un sustento a su familia.

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