La era del hielo 5: te congelará ¿Ya la viste?
La ardilla de dientes de sable se las ingenia para encaminar un asteroide rumbo a la Tierra.
Por Rafael R. Deustúa
Luego de una excelente primera película en 2002 atestiguamos como la frescura de ésta franquicia cayó poco a poco hasta su nueva entrega donde se va en picada. No todo está perdido, tiene suficiente color y chistes simples como para entretener a sus hijos por cerca de dos horas, pero si decide acompañarlos usted creerá que pasa ese tiempo en el congelador.
La ardilla de dientes de sable sigue persiguiendo a su bellota y en ésta ocasión se las ingenia para encaminar un asteroide rumbo a la Tierra, sin embargo la manada de Manny, Diego y Sid se da cuenta del desastre inminente y decide detenerlo.
La estrategia para tratar de mantener fresca ésta franquicia ha sido agregar nuevos personajes en cada filme, con éxito variable, en ésta ocasión los guionistas Jim Reardon y Michael J. Wilson se perciben desesperados cuando no sólo añaden sus novedades sino que reutilizaron los que pudieron de otras entregas. Lo malo es que más que usarlos para reforzar a los protagonistas, en realidad sólo los pierden entre la multitud.
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Por su parte la mancuerna de directores, Mike Thurmeier y Galen T. Chu tienen el mérito de lograr una narración de calidad constante, sin embargo al no tener el armazón de un buen libreto, básicamente sólo ofrecen una secuencia de chistes que no terminan de hilar unos con otros, chistes demasiado infantiles hay que aclarar.
Visualmente el filme es una delicia, aunque para poder romper con la monotonía cromática de bosques y glaciares se inventaron un mítico -y colorido- valle de cristales. El único “pero” a la extraordinaria calidad de los gráficos y animaciones es que ya es el nivel de calidad que se espera de un largometraje animado y no sobresale respecto a la competencia.
Donde no es malo que un filme sea infantil, “La era del hielo 5: Choque de mundos”, al igual que pasó con “Alicia a través del espejo”, ignora al segmento de audiencia de adolescentes y adultos que desean ver una película clasificación “A”. Para colmo, dentro de su concepto tal parece que “humor infantil” equivale a “humor tonto”, como si los niños no fueran inteligentes.
Los niños, menos susceptibles que los adultos, la disfrutarán.