Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Por una ciudad incluyente, es que Javier Baquedano García-Colín, de 28 años, arquitecto de profesión y quien presenta una discapacidad motora, incursiona en una adaptación del stand up paddling, remando desde su silla de ruedas unida a una tabla de surft.

Con la finalidad de demostrar que todo es cuestión de decisión y entereza, luchando para eliminar los obstáculos estructurales con los que cuenta Cancún, que surge la idea a principios de este año, conjugando esfuerzos en beneficio de las personas con algún tipo de discapacidad.  

“Ni siquiera yo me percataba de las necesidades de este lugar, hasta que ocurrió el accidente”, comentó el hombre, sentado sobre una silla playera y gafas color madera, asegurando que hasta la más mínima adecuación, hace la diferencia para que una persona en su misma condición, tenga la libertad y movilidad adecuada al trasladarse.

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A los 23 años, un accidente automovilístico, desencadenado por el exceso de alcohol, ocasionó que la lesión lo dejara en silla de ruedas, pero no frenó el amor que le tiene a la vida y su gusto por los deportes.

“Desde que recuerdo, siempre he hecho deporte y no hay motivo por el cual se tenga que dejar de hacer”, así que modificando rutinas o buscando otras actividades, ha cubierto su necesidad de ejercitarse.

Compaginando sus estudios de arquitectura, el deporte y algunas actividades con las que el joven buscaba crear conciencia sobre el abuso del alcohol, es que ha logrado rodearse de personas con su mismo objetivo “la inclusión”.

Incursiona en el stand uo paddling

De este modo aparece en su vida ocho meses atrás, José Morales, deportista e instructor, de quien surge la idea de incursionar en el stand up paddling (SUP) con algunas modificaciones, ya que en algunos países de Europa a decir de Morales, el deporte ya es practicado por personas con la misma discapacidad que Baquedano García-Colín.

Morales ha trabajado en varias ocasiones a lo largo de su vida brindando terapias a niños que presentan alguna condición de vida o discapacidad, por lo que la propuesta a Javier de que remara, es parte de muchas otras recomendaciones como la equino-terapia. 

Así fue como arrancó el entrenamiento en junio, consiguiendo como primer logro mantener el equilibrio de su cuerpo sobre la silla de ruedas perfectamente atada a la tabla.

“Cuando me preguntan porque de practicar el deporte, yo respondo y ¿por qué no?, si no hay límites para sentirse libre”, dijo recalcando que es de forma segura con la asesoría de un profesional.

Su sueño: un Cancún incluyente

Para su entrenador, esta es la primera fase del deporte, ya que de acuerdo al rendimiento o desempeño y desenvolvimiento en el agua, la práctica continuará en la laguna, hasta concluir en el mar y enfrentándose a las olas y demás inclemencias del azul turquesa de las playas de Cancún.

“Con la finalidad de incentivar que Cancún sea un destino incluyente y se realicen todas las adecuaciones que permitan no sólo el transitar libremente, sino el que personas con algún tipo discapacidad puedan divertirse y practicar algún deporte, es que estoy yo aquí sobre la tabla, diciéndoles que se puede”, mencionó.

“No hay límites, pero si limitantes”, dijo al destacar que para eliminar estas trabas estructurales es necesario crear conciencia y sensibilizar.

“Hasta que te pasa a ti o alguien cercano es que te das cuenta de la necesidad de contar con accesos adecuados e instalaciones idóneas y necesarias para cualquier persona con discapacidad”, concluyó el hombre mientras comenzaba a alistarse para la presentación.