Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Tras un tamizaje para detectar si los niños entre 10 y 14 años son propensos a ser adictos por el entorno en el que viven, la UNEME-CAPA Centro de Adicciones encontró que en las escuelas privadas 12% de sus alumnos está en riesgo, mientras que en las públicas, 8%. 

Personal de dicho Centro de Adicciones, ubicado en la Región 516, en este año escolar que terminó, tomó una muestra de dos mil alumnos en seis escuelas, tres privadas y tres públicas, en las que midieron el estado de vulnerabilidad en que se encuentran los niños y adolescentes por la violencia, agresión, bullying, tristeza, melancolía, soledad, depresión, entre otros factores ambientales.

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“Aplicamos el cuestionario para detectar las conductas en riesgo en consumo de sustancias, salud mental, nivel educativo, entre otros factores, y encontramos que en escuelas particulares los niños presentaron más riesgos totales”, dijo Alejandra Zambrano Mendoza, directora del Centro.

La experta comentó que la educación del menor es una responsabilidad compartida entre el padre de familia, docente y autoridades, sin embargo, es el padre quien no tiene tiempo de calidad para sus hijos y entonces es común que desconozcan cómo se siente, qué necesita, qué es lo que quiere el menor, porque lo que ‘cree’ es que su comportamiento es por algo material.

“Debemos preguntarnos por qué de su agresión, de su silencio, su timidez, su enojo, su ausencia y es que es posible que para el niño sus padres no están cumpliendo con sus expectativas y no por el aspecto material, sino porque lo único que quieren es atención y tiempo de calidad con sus papás y compartir con ellos, al menos, 10 minutos para hablar de su mundo”, insistió la psicóloga.

Al tener este resultado y al ser una clínica dedicada a la prevención, orientación y el tratamiento de las adicciones, ofrecieron apoyo psicológico en los centros escolares donde aplicaron el tamizaje para dar recomendaciones a los padres de familia, pero en general no hubo eco de ellos por sus horarios de trabajo. 

Se refugian con amigos

Detectaron que un rubro de niños encuestados pasaba muchas horas de ocio, encerrados en sus recámaras viendo la televisión, o en internet sin control de la información; otros para no quedarse solos se refugiaron con amigos, vecinos, con gente de la calle haciéndolos vulnerables a caer en algún tipo de adicción.

Para Armando Rendón Castillo, presidente de la Confederación de Escuelas Particulares A.C., en Quintana Roo (Fepac), lo más importante es que el padre de familia sepa que alejarse de su hijo es lo que ocasiona su estado de ánimo y si está escaso de amor, de comprensión, de seguridad, entonces el menor correrá más riesgo y tomará como refugio las adicciones.

“Cuando uno está educado en valores pasa por el mundo sin riesgo, por ello es necesario educarlos con fe, esperanza, amor, prudencia, justicia, fortaleza y templanza para darles las herramientas para alejarse del peligro”, dijo el académico.