Idalia Carrillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Puntas de lanza y piedras talladas, todas originales, que presuntamente fueron hurtadas de sitios arqueológicos de Quintana Roo son ofrecidas al mejor postor en redes sociales. El INAH prepara demanda ante la PGR por el hecho.

La oferta se hizo con el encabezado “solo para conocedores” a través de la página de Facebook ‘Mercabook Chetumal’, en la imagen de muestras al menos cinco puntas de lanzas, algunas manos de metates y una que tiene forma de cabeza humana.

En tan solo unos minutos, la publicación tuvo varios comentarios, algunos de indignación y otros preguntando precios. Sin embargo, tras un par de horas Karime López eliminó su publicación del grupo.

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Adriana Velázquez Morlet, delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que efectivamente se trata de piezas originales y que a pesar de tener un enorme valor cultural y de investigación, la persona que posee estas piezas “difícilmente encontrará un comprador puesto que ese tipo de elementos se encuentran prácticamente en cualquier parcela del Estado”.

No obstante, por tratarse de bienes culturales protegidos por la ley y por lo tanto presentará una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR), por el delito de tráfico de piezas arqueológicas la ley establece penas de dos a 12 años de prisión.

Velázquez Morlet explicó que al haber sacado las piezas de su contexto original “se ha perdido información muy relevante para la investigación del lugar al que habrían pertenecido las piezas”.

A nivel nacional y de acuerdo con datos del INAH se han hurtado al menos mil 591 piezas entre arqueológicas y de arte sacro, en el caso de Quintana Roo, en los últimos cinco años no se habían presentado denuncias formales por tráfico, exhibición, traslado o reproducción de estos vestigios.

De acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, el patrimonio arqueológico no puede ser transportado, exhibido o reproducido sin permiso del INAH.

Aunado a la gravedad del saqueo de piezas arqueológicas, la devastación de grandes extensiones de superficie para la habilitación de caminos, carreteras y otras obras de infraestructura en Quintana Roo provoca daños en vestigios arqueológicos, por ejemplo, en Nicolás Bravo en el municipio de Othón P. Blanco.