Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La Fundación Bepensa, Ecoce, asociación civil ecológica, y recicladoras locales, son opciones de intercambio de pet (botellas pláticas) o tapas por productos de la canasta básica, materiales escolares, aparatos electrónicos o efectivo.

Actualmente la colecta de botellas y tapa-roscas es realizada por instituciones educativas, organizaciones civiles, agrupaciones sin fines de lucro o ciudadanos en general, buscando un beneficio con el intercambio o la venta de las mismas.

Este es el caso de Fundación Pro Síndrome de Down, quien forma parte del programa Reqpet de la Fundación de Grupo Bepensa, en el cual invitan a escuelas y organismos de la sociedad civil a colectar pet durante todo el ciclo escolar y de acuerdo al peso obtenido, se ganen puntos que podrán ser canjeables por premios.

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En el caso de la compañía se interesa por el envase completo y los incentivos a intercambiar van desde materiales escolares hasta aparatos electrónicos, según las necesidades de la institución y de lo recaudado.

De igual forma, existe la asociación civil Ecoce, auspiciada por al industria de alimentos y bebidas, quien impulsa la cultura ecológica mediante el intercambio de botellas plásticas.

El Centro Atención Múltiple (CAM) laboral es un ejemplo de institución que trabaja con este proyecto, por lo que promueve entre sus estudiantes la separación y donación del producto a la escuela.

Tarjeta con alrededor de tres mil pesos

Al igual que Bepensa, uno de los programas de Ecoce, es trabajar durante todo el ciclo escolar con escuelas y organizaciones, por lo que integrantes del Centro de Atención Múltiple afirmaron haber obtenido el año pasado con la recaudación de plástico, una tarjeta con alrededor de tres mil pesos que utilizaron para la compra de equipo utilizado en los talleres que imparte CAM, al igual que artículos en especie.

Por su parte, el grupo Scout trabaja en diversos estados de la República en la colecta de tapa-roscas plásticas, que después venden con recicladoras locales dependiendo del lugar en el que se encuentren y recibiendo por cada 600 tapas que forman un kilogramo, entre cuatro y seis pesos, suma que ellos donan a organismos civiles que trabajan en labores relacionadas con el cáncer infantil.