Productores de limón se rehúsan a combatir al ‘dragón amarillo’
Para terminar con la plaga, se tienen que derribar y quemar los árboles frutales infectados; equivale a pérdidas.
Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Pequeños productores de limón de la zona sur se oponen al combate de la plaga conocida como “dragón amarillo”, debido a que para su erradicación se tienen que derribar y quemar los árboles frutales infectados para evitar la propagación del transmisor.
Sergio Crisanto Morteo, presidente del Comité de Sanidad Vegetal de Quintana Roo (Cesaveqroo), refirió que en los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar han encontrado renuencia de los productores para que personal de la dependencia entre a sus cultivos a fumigar y valorar los daños pues temen que se les derriben sus árboles, lo que propicia un crecimiento de la plaga.
El presidente aseguró que debido a los riesgos que presenta la plaga y que hasta el momento no existe un cura o tratamiento para el insecto que causa la enfermedad de los árboles, toda vez que los inspectores detectan una plaga del dragón amarillo en algún cultivo, estos proceden a fumigar las plantas que aún no han sido contagiadas y las infectadas tienen que ser derribadas y calcinadas para evitar la propagación de la enfermedad.
Puntualizó que son los cultivos de los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar los que han dado mayores problemas debido a que sus dueños impiden que el personal del Cesaveqroo realice las labores de prevención y de combate; caso contrario que los limoneros de Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos que incluso han solicitado la presencia de las autoridades.
Programa especial de combate
Profundizó que el combate al dragón amarillo, forma parte de un programa especial de la península, en cual trabajan 12 técnicos de campo, 10 vehículos y 30 fumigadoras para aplicación de productos, todo este equipo trabaja de manera especial en el combate exclusivo del dragón amarillo o HLB de los cítricos, recorriendo todo el estado para evitar la propagación de esta plaga.
Por último enfatizó la importancia de mantener el combate permanente del HLB, ya que recordó el caso de un productor del ejido de Carlos A. Madrazo, a quien se le vieron afectadas 23 hectáreas de cítrico que apenas iba a tener su primer corte de producción para fines comerciales, pero en vista de la afectación, se perdió toda la plantación y todo el producto, ya que se tuvieron que destruir 2440 árboles de cítricos para que no infectará más plantas del mismo tipo.