Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- El secretario de Planeación y Finanzas, Juan Vergara Fernández, aseguró que se está realizando una auditoría a la Universidad Politécnica de Bacalar (UPB), debido a que el mal manejo de sus recursos propiciaron que quedaran insolventes para cubrir gastos indispensables, como la nómina. 

Desde hace dos quincenas no cobran 54 personas de esa institución, entre los que se encuentran docentes, administrativos y operativos, y de acuerdo con el funcionario estatal, lo más seguro que sea hasta la próxima quincena cuando recibirán sus remuneraciones, aunque eso lo definirán en una próxima reunión que sostendrá con Marisol Alamilla Betancourt, titular de la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC).

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La mañana de este lunes, un grupo de maestros y alumnos acudieron a las oficinas de la Secretaría de Educación y Cultura para dialogar con las autoridades, aunque hasta entrada la tarde no se pudo conocer la resolución que obtuvieron, pero lo cierto es que esta quincena el pago no se vio reflejado en sus tarjetas de debido, como lo aseguraron los mismos mentores.

“Fue una irresponsabilidad por un mal manejo de presupuesto, se excedieron en el manejo de presupuesto y nos recayó ese efecto negativo, pero lo vamos a subsanar”, dijo el funcionario, tras señalar que “el excedente no se tiene, porque se gastaron el dinero excesivo del presupuesto… No se sabe cuánto se gastaron porque están haciendo la auditoría a la parte del plantel y la gestión pública tendrá que determinar las sanciones correspondientes”, aseveró.

De acuerdo con los manifestantes que se plantaron por espacio de algunos minutos enfrente de la Secretaría de Educación y Cultura de esta capital, señalaron que son alrededor de 400 alumnos los que han comenzado a resentir la falta intermitente de sus maestros, cuya mayoría tiene que realizar gastos para su traslado, pues provienen de la zona cañera, del municipio de Felipe Carillo Puerto y otros lugares.

Un grupo de alumnos en solidaridad con sus maestros, se manifestaron por espacio de algunas horas en las afueras del plantel, para llamar la atención de las autoridades y les paguen los mentores que se ven en serias dificultades económicas para alimentar a sus familias, después de un mes de no cobrar sus respectivos sueldos.