La expresión sempiterna con la ansiedad de impugnar ante tribunales las candidaturas independientes ya avaladas, es una nueva oportunidad ad-hoc de los líderes de distintas corrientes opositoras locales para lucirse recalcitrantes, contumaces, reacios y resistentes a la nueva realidad política.

 

Se intensifica con la hipótesis de resultados de dos sesiones de cabildo del ayuntamiento Felipe Carrillo Puerto, donde en la segunda, se dio el sentido afirmativo a la viabilidad de la Reforma Constitucional del Estado a la iniciativa del Ejecutivo estatal con la oportunidad de integrar candidaturas independientes en el próximo proceso electoral.

 

Y así salir avante por la vía democrática con  seis ayuntamientos a favor: Othón P. Blanco, PRI; Bacalar, PRI; Tulum, PRI; Solidaridad, PRI; Cozumel, PRI y FCP, PRD. Y cuatro en contra: Benito Juárez, PRD; Isla Mujeres, PAN; José María Morelos, PRD y Lázaro Cárdenas, PAN.

 

Y con ello se da paso a lo que se ha connotado como una histórica reforma constituyente en el Estado a la vanguardia en el plano nacional a iniciativa del jefe del Ejecutivo, con el mandato del Poder Legislativo y, al final, avalado por la mayoría de los ayuntamientos del Estado. En lo que los entes antagónicos tratan ahora de rechazar lo que creen no les hará falta.

 

Con el voto del ayuntamiento de FCP, se inclinó la balanza y se obtuvo la mayoría necesaria, por lo que los tildes locales del PAN, Eduardo Martínez Arcila y del PRD, Emiliano Ramos Hernández, en su plan de agoreros opositores –aducen que la segunda minuta a favor es apócrifa e ilegal– y salen frente a los medios con el mensaje que es la oportunidad para meter impugnaciones en los tribunales contra la aprobación del actual régimen en el Estado.

 

Y al no estar seguros de los resultados de impugnación en las primeras instancias legales, referirán inconstitucionalidad ante la SCJN, ello prestos y puestos a su realización por los mismos dirigentes nacionales de las banderías, PAN, Gustavo Madero Muñoz y, PRD, Jesús Zambrano Grijalva, quienes hacen creer que con ello darán fin a la iniciativa del gobernador del Estado.

 

El descontento de una buena parte de los ciudadanos quintanarroenses se manifestó. Los dirigentes de los partidos de oposición comenzaron a ser vistos con recelo, porque en medio de la protesta, confusión y descrédito, surgen voces antagónicas para tratar de solventar con velados argumentos la impugnación.

 

Esa reforma constitucional conlleva una profundización que apunta hacia acabar con la imposición del partidismo mediante la puesta en práctica de la acción ciudadana que sirviera como puntal de los derechos políticos, por los cuales, a candidatos independientes se le transfirieran cargos de elección popular encomendados electoralmente, sea para elegir al Gobernador, -cuando en forma y tiempo electoral ocurriera-. Diputaciones y ayuntamientos locales en el próximo proceso intermedio en Quintana Roo por arrancar el 16 de marzo del 2013.

 

 

Por supuesto que en todo esto jugaría la politiquería de la llamada izquierda, utilizando la derecha, en beneficio de los mismos partidos mediático-autoritarios que han prevalecido hasta el presente como una manera de buscar la confrontación con los poderes del Estado y, esta vez, con los ciudadanos.

 

Entonces, azas, los opositores tratan de seguir en el absolutismo y se perpetúe en el tiempo, que no sólo aniquila y debilita las otras dimensiones políticas que concurrieran por parte de la sociedad, sino que también, con a las razones representadas en cada una de las personas que así decidieran participar.

 

El abismo que existe entre la representatividad individual partidista y la necesidad de representatividad ciudadana, se ensancha cuando las ideas antagónicas tratan de sustraerse con el pensamiento anti democrático-dictatorial, con visos –ya vistos- de tratar a toda costa seguir en el absolutismo.

 

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