Paternidad en tiempos del capitalismo

Según estadísticas oficiales, sólo el 32.5 por ciento de los padres que no viven con sus hijos da pensión alimenticia.

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Hace unos meses, dos amigos y yo participamos en la grabación de un video que, si no mal recuerdo, serviría para promover el trabajo de asesoría legal y psicológica que Fundación Paterna realiza acompañando a hombres que en medio de sus divorcios ven amenazados los vínculos que tienen con sus hijas e hijos.
Paterna, cuyo lema es «Proveer, Proteger, Procurar», asegura que «la cultura y la sociedad excluyen a la figura del padre (durante el proceso de separación), dejándolo como un ser insensible (y condenándolo) a no tener una presencia efectiva en la vida y educación de sus hijos»

Decir lo anterior sin el rigor que su complejidad merece puede hacernos caer en reduccionismos que nos hagan olvidar que la tasa de crecimiento de hogares monoparentales en nuestro país es cuatro y media veces mayor que la del resto de las familias y que, en 7 de cada 10 hogares así, son las mujeres quienes se hacen cargo de la manutención y el cuidado de los hijos.

Según estadísticas oficiales, sólo el 32.5 por ciento de los padres que no viven con sus hijos da pensión alimenticia y de éstos nada más el 15 por ciento participa en su educación. Al parecer, muchos de ellos ven como su enemiga a quien alguna vez quiso ser su compañera de vida, sin alcanzar a distinguir que su verdadero enemigo es un sistema-mundo que nos divide y nos enfrenta a todos contra todos.

El sistema-mundo del que hablo ha propiciado que en México, en vísperas del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, 3.2 millones de niñas y niños sobrevivan explotados laboralmente en medio de trata de personas, prostitución, esclavismo, trabajos forzados, crimen organizado y demás etcéteras, propios no sólo del abandono de quienes salieron huyendo de sus responsabilidades como padres, sino de la explotación, el despojo, el desprecio y la represión que los arrancó de sus hogares.

A falta de papás, el sistema-mundo que ha convertido a muchos de esos hombres en carne de cañón del narcotráfico nos ha dotado de un paternalismo que resta mayoría de edad al ejercicio de nuestros derechos ciudadanos; derechos conculcados por caciques enquistados en todos los niveles de gobierno y disfrazados de todos los colores partidistas.

Así, pues, feliz día del padre.

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