Funcionarios civiles que saludan militarmente a la bandera, alcaldes que usan banda presidencial o se vitorean en El Grito, gobernadores a quienes "arrebatan" el lábaro patrio, son algunos hechos registrados durante las fiestas patrias, que han dado de qué hablar. Más allá del anecdotario, esto ocurre cuando se desconoce el protocolo de las ceremonias militares. Precisemos algunos de ellos.

1. Solo el Presidente de la República puede saludar militarmente a la bandera nacional, por ser el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Ni siquiera los militares hacen el saludo militar a la bandera sin portar tocado (gorra, casco, cuartelera, birrete, etc.)

2. El uso de la Banda Presidencial se circunscribe a ciertas ceremonias que encabeza el Presidente, como la recepción de cartas credenciales de embajadores, rendir su informe o presidir ceremonias y desfiles militares. El artículo 34 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional establece que "La banda presidencial constituye una forma de presentación de la Bandera Nacional y es emblema del Poder Ejecutivo Federal, por lo que sólo podrá ser portada por el Presidente de la República". Sin embargo, varios alcaldes la han usado, indebidamente, durante El Grito: Israel Mendoza Mendoza, de Aguililla, y José Humberto García Domínguez, de Huiramba, Michoacán (2015); Manuel Madero González, de Izúcar de Matamoros, Puebla, y Javier Hernández Mejía de Tetla de la Solidaridad, Tlaxcala (2014).

3. Las banderas de los cuerpos de guerra, como dependencias militares y corporaciones policíacas, están a cargo de Ayudante, quien la entrega a las escoltas para ciertas ceremonias, y el abanderado hace lo propio al Presidente o Gobernador, según el caso (no al jefe de Policía como intermediario). En los buques de la Armada, la enseña nacional está a cargo del Oficial de Operaciones.

4. Existe un reglamento sobre el desplazamiento y actuación de las escoltas. Una de las características que distinguen a quienes las integrantes es la energía de sus movimientos, de ahí que la toma del lábaro patrio al Gobernador de Chiapas por el abanderado del Ejército no haya sido un "arrebato". Quizá hubo exageración en ese movimiento del soldado, pero alguien (jefe de protocolo) debió indicarle a Manuel Velasco cómo proceder en la entrega de la bandera para evitar quedar en ridículo.

Por cierto, se dijo que el soldado fue destituido por esa aparente falta, lo cual fue desmentido por la Sedena de la siguiente forma: "Durante la ceremonia se puede apreciar que el militar demostró disciplina y marcialidad, una de tantas cualidades que tiene. No se ve que haya cometido alguna falta o indisciplina por el que deba ser destituido, al contrario, actuó de manera enérgica, sin tener otras intenciones en contra del gobernador. (...) La marcialidad y disciplina es una de las tantas características que poseen los integrantes del Ejército Mexicano". 

Del pintoresco alcalde de Macuspana, Tabasco, que se autovitoreó durante la ceremonia de El Grito, solo se explica su afán protagonista e ignorancia del protocolo que debe seguirse en esa ceremonia; incluso varios presidentes han agregado o suprimido algunas arengas queriendo poner su impronta. 

Son, digámoslo así, arrebatos patrioteros de nuestros políticos.