Springsteen y los 'ecolocos' verdes

De ser su primera vez en México y de no tener ninguna raíz nacional, habla mejor español que Santana.

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Antes de entrar en materia y de que el SNTE se vuelva a declarar autor de las iniciativas educativas que podrían acotar su poder (si ajá, lo suyo es el harakiri) quiero compartir mis asombros desatados en el concierto de Bruce Springsteen. No solo por el tema musical que fue superlativo (sin contar la manera en que se entregó a su público, dejándose manosear de una manera que estaría prohibido en un teibol, para darle lección a otros seudoartistillas que se sienten hechos a mano), sino por el hecho de que a pesar de ser su primera vez en México y de no tener ninguna raíz nacional, habla mejor español que Santana.

Ahora bien, después de la tragedia de Jenni Rivera, y habida cuenta de la buena cantidad de accidentes aéreos ocurridos en los últimos tiempos, tristemente tenga yo que darle la razón a Javier Lozano, el amigo consentido del proletariado sin cabeza, cuando se ha pronunciado por la articulación de una entidad que regule la aviación privada que, aparentemente, actúa cual municipio autónomo. Digo, si bien es cierto que la cantante no iba a checar los detalles de la nave que habría de abordar (de saber que aquel Learjet había sido construido en el año de su nacimiento y que el piloto estaba muy cerca de los 80 años, muy probablemente la intérprete de “La gran señora” jamás se hubiera subido a ese artefacto), tendría que existir un agencia capaz de poner orden en ese tipo de negocios. Digo, para lo que cuesta un viajecito a ese nivel, las compañías arrendadoras tendrían que tener ciertas responsabilidades y protocolos de seguridad, y el gobierno a su vez protocolos de las herramientas precisas para poner orden y progreso en este bisne que está más desbalagado y caótico que el PAN.

Bueno, tampoco hay que sobrerregular como quieren los del Partido Verde con los videojuegos. No obstante la importancia fundamental del tema, que hace palidecer a la reforma educativa y que debe tener en el Jesús en la boca a la maestra Gordillo porque le quieran prohibir que juegue Grand theft auto, resulta extraño que los ninis del sector esmeralda depronto quieran controlar los juegos que la gente juega. Extraño y hasta irónico que una institución que aboga por la pena de muerte, de pronto salga a autodenominarse asustado por la cultura del videogame porque hay mucha violencia.

No se asustan por las orgifiestas del Niño Verde pero sí de una maravilla como God of War.

Y ya encarrerados quieren los ecolocos controlar las marchas sin primero controlar a los granaderos.

Glory days, diría el jefe Bruce.

www.twitter.com/jairocalixto
 

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