El clima sigue muy misterioso en su forma de cobijarnos, todavía ayer nos agarró una lluvia después de una mañana calurosa, a ver qué pasa hoy, y veremos si se rayan los vendedores de nailon; los que sí están haciendo su agosto, aunque sea julio, son los diversos vendedores que están en las playas del Estado, porque la gente se queja de que no hay Lana, pero están las playas abarrotadas de gente y no es sólo los que vamos al famoso pasadía, o el cama arena, que dicen. ¿Cuánto más se gastarán?, pero sólo échale una mirada a las redes, sobre todo en el facebook, donde anuncian las casas en renta que hay en las playas de nuestro Estado, y hay desde las sencillas de una recámara hasta las de alto pedorraje, con cinco recámaras, piscina y mil lujos, y los precios, mare, desde los 1,500 diarios hasta casas de 20 mil la semana.

Les digo esto porque lo que llama la atención es que estas casas se rentan, pero casi todas a partir de septiembre, porque ya están rentadas y vuelvo a la misma pregunta: ¿no que no hay dinero? O sólo es cosa de chechonear o simplemente el desparpajo de decir: hágase lo que se deba, aunque se deba lo que se haga, pues qué más, nos vemos en la cola de JSK, cuando vayamos todos a empeñar nuestra soguilla. 

Pero, hablando de joyas, ya el lunes se abre el telón del festival de Teatro Wilberto Cantón y aprovecho para invitarlos porque ese lunes 1 nos vamos a presentar en el Daniel Ayala con la obra “Noches del Teatro Herrera”, una obra para recordar las noches de lo que fue la catedral del teatro regional durante más de 30 años, y donde las risas y los aplausos se ganaban con base en la dramaturgia, la actuación o el gesto, y no con ofensas o mentadas de madre. Les espero, entrada gratuita. A seguir el festejo por el cumple de don Marti, no siempre se llega a 200, masinó.