En un insólito operativo antidrogas con temática de San Valentín, la Policía Nacional del Perú (PNP) utilizó un disfraz de capibara para arrestar a un narcotraficante en Lima.
El peculiar evento tuvo lugar en la localidad de Lurín, al sur de la capital peruana, donde un agente del Grupo Terna, conocido por sus estrategias de camuflaje, se disfrazó del popular roedor para ingresar al domicilio del sospechoso.
El arresto fue parte de una redada encabezada por el Escuadrón Verde de la PNP, una unidad especializada en combatir delitos menores y amenazas a la seguridad pública en Lima.
Durante el operativo, las autoridades incautaron más de 1,700 paquetes de cocaína y marihuana en la vivienda del detenido, identificado como Yair Solís Carrillo, quien ya tenía antecedentes por tráfico de drogas.
La polémica tras el arresto con un disfraz de capibara
En un video difundido por la PNP, se observa cómo una mujer engaña a Solís al tocar la puerta con el pretexto de entregarle un regalo de San Valentín, momento en el que el ‘capibara’ entra y realiza el arresto.
La escena, calificada de surrealista, se ha vuelto viral en redes sociales, continuando la tradición del Escuadrón Verde de emplear disfraces llamativos durante fechas festivas.
Sin embargo, el operativo ha generado controversia en Perú. Mientras algunos elogian la creatividad de la policía para abordar el narcotráfico, otros cuestionan la legalidad del arresto.
Debate legal por el operativo del ‘capibara’ en Perú
El abogado Ricardo Elías Puelles planteó dudas sobre la presencia de una orden de allanamiento judicial y advirtió que viralizar el video podría comprometer el caso.
Según Puelles, el Tribunal Constitucional peruano tiene precedentes en contra de este tipo de operativos encubiertos.
A pesar de las críticas, el coronel Pedro Rioja Tipto, jefe del Escuadrón Verde, defendió el enfoque innovador, afirmando que el disfraz de capibara se utilizó debido a la popularidad y simpatía que genera este animal, lo que permitió a los agentes infiltrarse sin levantar sospechas.
Con información de El País