Javier Ortiz/SIPSE

Bacalar.- Desde hace cuatro meses se suspendió el estudio que ambientalistas realizaban con apoyo de la ONU, para determinar la capacidad de carga que tiene la laguna de Bacalar, ante la falta de acuerdo con instituciones y servidores turísticos.

Francisco Remolina Suárez, representante de Selva y Mar A.C., organización que encabezaba los trabajos, señaló en la reciente reunión del comité de Cuenca del Sistema Lagunar de Bacalar, aunque no especificó el monto económico, aseguró que están por devolver los fondos a la ONU, porque desde febrero esperan luz verde del comité de la Apiqroo a través de la firma de una minuta, para darle continuidad a los trabajos y no han obtenido respuesta.

Subrayó que presentan incertidumbre de participación de las instituciones con participantes y de las organizaciones beneficiarias, que son los prestadores de servicios turísticos.

Explicó que otro de los obstáculos que presentan, es la incertidumbre legal de la implementación del manejo de “Capacidad de Carga”, debido a que hasta el momento no existe un mecanismo legal que fundamente la implementación de condiciones de manejo de la laguna de Bacalar.

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Indicó que lo anterior, fue una conclusión derivada del análisis de la legislación realizado como parte del proyecto “Conservar el Paisaje Laguna de Bacalar mediante la planeación del turismo alternativo”, ya que encontraron que Capitanía de Puerto está obligada a dar las autorizaciones siempre y cuando el promovente cumpla con la solicitud debidamente requisitada.

Es decir, aun cuando exista un estudio de capacidad de carga para los puntos turísticos de la laguna de Bacalar, no se puede limitar el número de embarcaciones autorizadas, según la Ley de Navegación y Comercio Náutico.

Ambientalistas piden que se cuiden los recursos de Bacalar

Representantes de asociaciones civiles que integran dicho comité, sugirieron que se lleve a cabo una reunión para establecer acciones que permitan continuar con ese trabajo y no se pierdan los recursos ni la oportunidad de contar con un parámetro exacto que determine la capacidad que tiene el cuerpo lagunar de soportar la actividad turística sin que se contamine.

De acuerdo con los ambientalistas, el estudio de carga de la laguna, permitiría ordenar el tráfico marítimo y garantizar que la laguna no sea afectada por la actividad turística, entre otros aspectos se determinaría las características que deberá tener el transporte marítimo dentro de la laguna, tipo de unidades que pueden navegar, en qué cantidad, densidad y la preparación que deben tener los operadores, entre otros puntos más.