Agencias:

Cancún.- El Instituto de Física de Rusia prevé que una tormenta solar golpeará la Tierra durante tres días a partir del 27 de septiembre de 2019, provocando desperfectos en aparatos espaciales y ondas de radio terrestres. 

El laboratorio ruso, dependiente de la Academia de las Ciencias del gigante asiático, prevé que la eyección de masa coronal alcance la superficie de nuestro planeta el día 27 de septiembre, manteniéndose el flujo durante los días 28 y 29 de septiembre de 2019.

Según el portal ruso Sputnik, la perturbación de la magnetosfera será más potente los primeros dos días, en los que alcanzará la categoría G2, lo que provocará afectaciones a los sistemas de energía ubicados en latitudes altas y en los aparatos espaciales que orbitan alrededor del globo terráqueo.

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¿Qué es una tormenta solar?

Este fenómeno consiste en una perturbación temporal de la magnetosfera terrestre que puede ser causada por una onda de choque de viento solar o eyección de masa coronal, y que al llegar a nuestro planeta interactúa con su campo magnético. 

¿Qué efectos tiene una tormenta solar?

En la salud, las personas sensibles a la luz del sol y el calor podrían sentir molestias en el cuerpo, dolores de cabeza, crisis nerviosos, irritabilidad, agotamiento y ansiedad

En los aparatos e infraestructura, las también conocidas como tormentas magnéticas dañan las telecomunicaciones. Así, algunos aviones tienen problemas para contactar a las torres de control. También, los sistemas de geolocalización (GPS) funcionan de manera deficiente u ofrecen información incorrecta..

¿Cómo ocurre una tormenta solar?

Según Wikipedia, este fenómeno se desarrolla en tres etapas:

1 Erupción Solar, es decir, un chorro de radiación sale de la superficie solar.

2 Fulguración Solar, que es el momento en que se libera una gran cantidad de radiación, y esta viaja a través del medio interplanetario hasta chocar con la tierra. 

3 Eyección de masa coronal, que consiste en un chorro de plasma que puede apuntar hacia la tierra y, dependiendo de su zona de impacto, puede dañar satélites, transformadores eléctricos y radiocomunicaciones.