Claudia Olavarría/ SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Ana “N” es una agente inmobiliaria que aprendió el oficio como secretaria en una empresa del ramo, en la que donde llegó a ser agente de ventas, para luego independizarse e iniciar una serie de fraudes en Cancún.

En los tres últimos años Ana “N” ha iniciado fraudes por la venta de inmuebles y predios con documentación falsa, que obtiene en dependencias estatales, municipales y con notarías, en las que ha conformado una red para apropiarse de inmuebles y predios para luego comercializarlos.

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Independientemente de su desempeño como agente inmobiliaria, igual ofrece servicios de gestoría y pagos como el predial entre otros; su publicidad es de boca en boca, no cuenta con una agencia o con alguna página u oficinas a dónde pueden acudir sus clientes, sino que sus acuerdos los hace en los sitios elegidos por éstos, para que no tengan la necesidad de desplazarse e interrumpir sus actividades, comentaron uno de los abogados y su cliente, quien es víctima de despojo por parte de la persona señalada.

La indiciada es originaria de la Ciudad de México, pero radica desde hace varios años en Cancún, a donde llegó con sus padres y una hermana, incluso sus estudios los cursó aquí, y fue en la empresa de familiar, donde fue empleada administrativa y logró crecimiento laboral hasta aprender a ser corredora de bienes raíces.

Las ventas fraudulentas empezaron a ser detectadas a principios de 2015, porque comercializaba predios inexistentes más de una vez, paulatinamente fue perfeccionando su modo de operación hasta lograr millonarias ventas de propiedades, principalmente en Alfredo V. Bonfil con documentación falsa, con la que despojó a los propietarios, quienes se percataron de la situación hasta que realizaban algún movimiento notarial y en el Registro Público de la Propiedad.

En el caso de José “N”, propietario de media hectárea en la Supermanzana 336, falsificó el documento en el que señala ser la apoderada de la propiedad luego de su fallecimiento, con el fin de vender la propiedad a un precio por debajo del costo real, transacción por la que hay un proceso en curso iniciado desde el año pasado.

Aparentemente la venta logró realizarse porque hay un cheque expedido por el comprador de más de siete millones de pesos a favor de Ana “N”; sin embargo, físicamente los herederos de José “N” son quienes aún tienen la posesión física del terreno, pero no pueden hacer la inscripción de la escritura, toda vez que en abril pasado, la agente inmobiliaria intentó hacer el registro de la propiedad a favor de sus compradores, pero el movimiento fue rechazado en el Registro Público de la Propiedad, porque la cédula catastral era falsificada, aunado a que ya había ingresado una escritura de adjudicación.

Los posesionarios ingresaron dicha escritura por herencia a la dependencia, pero tampoco fue autorizada, porque ya habían presentado una escritura de compraventa. En ambos casos fue interpuesto un recurso de inconformidad que tendrá que resolver en los próximos días la Secretaría de Gobierno para que uno u otro haga el registro correspondiente de la escritura.