Se estima que tres de cada cuatro albercas no cuentan con un tratamiento adecuado del agua, aspecto que pone en riesgo la salud de las personas que las usan.

Jesús Cuevas, vocero de Aquaforum y operador certificado por la Asociación de Profesionales de la Piscina, explicó que debido a esto, diversos especialistas han impulsado que se actualice la Norma oficial 245-SSA1-2010, con el fin de robustecer los criterios que deben cumplir los establecimientos que tienen este tipo de instalaciones.

“Es necesario que la gente esté actualizada en la materia para evitar cualquier tipo de catástrofe por un mal manejo del agua y que obviamente mejore el desempeño de estas instalaciones”.

Además de insistir en la actualización de la norma, también el sector ha solicitado tener un registro certero sobre el número de piscinas que se tienen en el sector público y privado, con el fin de aplicar la normativa de manera eficiente.

Tres de cada cuatro albercas en Cancún son ‘nido de bacterias’

Algunos de los riesgos sanitarios incluyen la transmisión de enfermedades como hepatitis A y bacterias que pueden dañar el hígado y los pulmones.

“Un mal manejo de un ambiente acuático en piscina puede desencadenar en la pérdida de una vida humana y enfermedades como la hepatitis y otros tipos de padecimientos que se generen posterior a la visita y que si no se controlan se van a seguir esparciendo”.

El entrevistado señaló que además de la basura que se puede generar alrededor de estos espacios, también se debe considerar la cantidad de materia orgánica que se introduce al agua a partir de los mismos usuarios.

“Recordemos que el químico necesario para poder desinfectar una piscina es el cloro; sin embargo, una alberca que huele a cloro no necesariamente está bien tratada, el éxito está en que sea inodora, transparente como cristal y que tenga a la mano todos los instrumentos necesarios para realizar cualquier manejo”, dijo.