El trabajo infantil en Quintana Roo se encuentra lejos de ser erradicado. Incluso, en los últimos tres años, los indicadores se dispararon casi en un punto porcentual al pasar de 9.4% durante 2017 a 10.2% en 2019, reveló ayer el Inegi.

La estadística arrojó que en 2020 el 10.2% (41 mil 147) de los 403 mil 407 menores de edad de 5 a 17 años ejerce alguna actividad laboral, ya sea remunerada o no, mientras que en 2017 la cifra era de 9.4% (32 mil 939) de los 350 mil 423 niños y adolescentes que se registraron en ese año, un incremento de 0.8% que se traduce en más de ocho mil menores más que trabajan.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los más de 41 mil menores trabajando, el 5.8% (23 mil 397) realizan alguna actividad peligrosa, que pone en riesgo su salud o bien afectan su desarrollo físico y/o mental (construcción, minas, sector agropecuario, bares, cantinas, entre otros).

Asimismo, los resultados indicaron que 4.6% (18 mil 556) ejercieron quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, es decir que se llevan a cabo en condiciones peligrosas o en horarios prolongados, siendo las niñas, las más expuestas a esta clase de trabajos.

Cabe mencionar que la Ley Federal del Trabajo prohíbe la contratación de niños menores de 14 años, pero contempla la posibilidad de un permiso a adolescentes entre los 14 y 16 años.

Sin embargo, estos no pueden realizar trabajo industrial nocturno, laborar horas extras, ejercer actividades peligrosas, insalubres o que afecten su moral y deberán tener vacaciones pagadas de 18 días, así como facilidad de asistir a la escuela.

Hasta el mes de julio, el Sistema Nacional para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en el estado había detectado mil 050 menores de edad en situación laboral, de los cuales 200 fueron clasificados como explotación.

Norma Salazar, titular del Sipinna, indicó en esa ocasión que los municipios de Benito Juárez, Solidaridad y Othón P. Blanco, que es donde se concentra la problemática.