Alejandro Castro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La población de cocodrilos ha disminuido su densidad durante los últimos 15 años en el Sistema Lagunar Nichupté, principalmente por los malos hábitos de quienes visitan el lugar o viven a los alrededores.

Javier Carballar, experto en cocodrilos y coordinador del programa de conservación de la organización Onca Maya, sostuvo que la contaminación, las prácticas de alimentación de la especie o la caza han provocado una baja importante de las poblaciones de los reptiles.

Indicó que en los monitoreos realizados en 2002 se registró un cocodrilo por kilómetro, pero en los últimos muestreos de 2018 el indicador fue más bajo.

“Cada vez estamos viendo menos cocodrilos, especialmente menos adultos”. Explicó que desde el 2012 se han encontrado por lo menos 10 cocodrilos muertos por diferentes circunstancias.

“Algunos baleados, con varillas que les clavan, otros con arponazos y atropellados”. Entre los problemas a los que también se enfrentan a la acumulación de plásticos, pues en ocasiones los confunden con comida que los turistas o visitantes les arrojan, pese a la prohibición de hacerlo.

“En las necropsias hemos encontrado plásticos en sus estómagos. El más reciente fue hace poco más de 15 días, lo hallamos en estado putrefacto y no pudimos hacerle la necropsia, pero cada vez es más frecuente. Hemos detectado también cristales y globos, entre otros desechos”, aseveró.

Aseguró que uno de los principales retos para los ejemplares es que los humanos no saben convivir con ellos, pues de 24 especies que existen en el mundo, en solamente dos el hombre es parte de su dieta. Los que habitan en Quintana Roo, el moreletti y el acutus, se alimentan de peces, aves y crustáceos.