El número de personas que declararon no tener hogar se triplicó en Cancún durante el 2020, de acuerdo a lo que han captado organizaciones como el comedor y centro de capacitación, Nuevo Corazón Villa de la Paz.

Juan Carlos Buz, director del organismo, explicó que antes de la pandemia llegaban diariamente a las instalaciones, alrededor de 50 indigentes en busca de alimento, sin embargo, conforme avanzó el número de contagios y la pérdida de empleos, el número llegó hasta 150, la mayoría de ellos migrantes, que se quedaron varados por falta de dinero, papeles, entre otros problemas. 

Por lo que en la organización se les ayuda a través de una comida caliente diaria, así como de ropa limpia durante 30 días, tiempo que consideran suficiente para que estos obtengan el impulso necesario de buscar un empleo y salir de su condición.

“Tenemos historias de quienes han estado en la calle por diferentes situaciones. Hace seis meses recibimos la llamada de una persona que estuvo más de 20 años en la calle, pero ahora regresó a su estado, Tabasco, se casó, tiene un trabajo e incluso compró una casa”, dijo. 

El entrevistado indicó que anterior a la pandemia operaban un programa en el que además del comedor, los indigentes tenían acceso a capacitación e incluso, clases de regularización para que pudieran terminar sus estudios, sin embargo, debido a las restricciones no han podido continuar con este apoyo. 

Por lo que se han mantenido ayudando a la población vulnerable a tener acceso a alimentos diario y evitar que crezca el número de personas con esta carencia, que actualmente es de 553 mil quintanarroenses, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).  

“No sean indiferentes a este tipo de personas, de repente tenemos una especie de rechazo, pero nosotros no sabemos cuándo podemos estar en su lugar, yo fui indigente, a mi me tocó vivir en la calle y lo más triste es que la sociedad ejerza ese rechazo e indiferencia”, dijo.