Redacción
CANCÚN, Q. Roo.- “El Coite”, “El Taz” y “El Velázquez”, son elementos de la Policía Municipal Preventiva que salieron a relucir después de que se investigaran las claves de los elementos que podrían estar en la nómina de la delincuencia organizada.

Estos tres uniformados se suman a la lista que dio a conocer este rotativo sobre los elementos que están cobrando en la nómina de uno de los grupos delictivos que opera en la ciudad.

Los elementos antes mencionados son los que coordinan los atracos con los integrantes del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Los identificados son los que pasan las coordenadas de operaciones cuando van a cometer un robo cuantioso o van a “reventar” un punto de venta de droga.

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Son puntos o sitios vulnerables que eligen para que los integrantes del grupo delictivo sea quien ejecute los atracos o ingresen a los “picaderos” para alinear a los vendedores de droga independientes, también llamados “chapulines”.

Los uniformados reciben un porcentaje de lo que se roban los miembros del grupo delictivo, estos elementos operan en complicidad con un agente de la Policía Ministerial, con quien “tumban” los puntos de venta de droga de los “chapulines”.

De hecho, en la última manta que apareció en una región de esta ciudad, el mensaje de amenaza va dirigido a un agente de la Policía Ministerial de apellido Tec, donde refieren que está en la nómina de la delincuencia organizada.

Cada quincena reciben su pago y a su vez ellos se reportan con el comandante con clave “Jaguar”, a quien le entregan una cuota para que se muevan a los diferentes puntos de la ciudad.

A raíz del intento de ejecución del policía preventivo, con clave Roble, adscrito al municipio de Puerto Morelos, se dio a conocer la división que había en la corporación policíaca de Cancún y que algunos de ellos servían para dos cárteles de la delincuencia organizada.

Parte de esa corrupción fue la ejecución de los policías con el apodo de “El Negro”, “El Conejo” y el intento de homicidio de la comandante “Tornado”.