Debido a que la pandemia por el Covid-19 retrasó el registro y por tanto la regulación de los prestadores del servicio Aibnb y similares, el futuro de la actividad turística de Quintana Roo prácticamente queda a la “suerte” de que sus operadores actúen con responsabilidad para evitar un brote masivo de la enfermedad entre sus inquilinos.

Así lo declaró el diputado local Carlos Hernández Blanco, presidente de la Comisión legislativa de Turismo, quien añadió que si no existe un compromiso por parte de estos anfitriones de aplicar protocolos de sanidad contra esta enfermedad, es probable que todo Quintana Roo regrese al semáforo rojo, lo que significaría paralizar de nuevo la actividad turística.

“Esto sería desastroso para la economía de al menos 200 mil familias de la entidad cuyos empleos están íntimamente ligados al turismo”, puntualizó el legislador.

Y reconoció que actualmente las autoridades estatales tanto de turismo como se salud se encuentran “limitadas” para observar que cada uno de los casi 68 mil cuartos que son ofertados a través de las plataformas digitales como Airbnb, ya que aún no está completo el padrón de estas unidades turísticas.

En su última comparecencia ante el Congreso local en noviembre pasado, Marisol Vanegas, titular de la Secretaría de Turismo en el Estado, explicó que hasta el momento habían logrado regularizar el 80 por ciento de los hospedajes particulares que se rentan a través de este nuevo modelo. Sin embargo, para ese entonces se estimaba que eran 14 mil los anfitriones de Airbnb.

Tres meses después, cuando comenzó por primera vez a su registro ante la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) por medio de su licencia de funcionamiento, se descubrió que en el Estado existen al menos 68 mil anfitriones.

Autoridades de Quintana Roo no tienen información sanitaria de más de 54 mil cuartos de Airbnb

Hasta el momento, de acuerdo con información de la Sefiplan menos del 20 por ciento de esas unidades han informado de su ubicación, tipo de hospedaje ofertado (si es cuarto o casa), su capacidad de recepción y los días que opera.

Significa que las autoridades estatales no tienen datos de casi 54 mil 400 cuartos de Airbnb, y por tanto no se puede garantizar que cumplen con las normas y los protocolos sanitarios para evitar un contagio de Covid-19.

“Por esta razón, exhortamos a los anfitriones a cumplir con las medidas necesarias para evitar un brote masivo de esta enfermedad. Un solo caso que no se contenga a tiempo, puede afectarnos por varios meses más”, puntualizó Hernández Blanco.