Son menores de edad y ya festejan el 10 de mayo
Derechos humanos reconoce que el GEPEA no da resultados óptimos para contrarrestar cifras.
Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Más de 300 niñas menores de 14 años de edad en el Estado se convirtieron en madres en 2016, según cifras del Consejo Estatal de Población publicadas a mediados de 2017.
El mayor número de casos se registró en Benito Juárez con 99 y en Othón P. Blanco con 87. Mientras que en Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas, Tulum y Bacalar, fueron los municipios donde menos casos de niñas embarazadas se dio.
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Ante el número de mujeres embarazadas en edades escolares, la Comisión de los Derechos Humanos en el Estado de Quintana Roo (Cdheqroo), emitió una recomendación con número 01/2017 e indicó que el funcionamiento del Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo Adolescente (GEPEA) aún no permea resultados óptimos para contrarrestar los embarazos no planeados y/o no deseados en la población adolescente.
Previendo bajar los índices, el Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo (PAMAR) del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), ha llevado a cabo talleres, pláticas y conferencias para más de 12 mil estudiantes informándoles sobre el embarazo a temprana edad.
Las pláticas son dirigidas a estudiantes, de los niveles de primaria, secundaria y bachillerato, así como a padres de familia con el objetivo de evitar afectaciones inmediatas en la vida escolar, económica y social.
En las conferencias, dirigido a ese grupo de edad, abordan temas como la prevención del embarazo no deseado, planificación familiar, riesgos y consecuencias asociados al inicio de la sexualidad a temprana edad.
Fernando Méndez Santiago, director del Instituto Quintanarroense de la Juventud, indicó que las últimas cifras colocan a Quintana Roo cuatro puntos debajo de la media nacional en embarazos a temprana edad, donde figuran casos de niñas de hasta 10 y 14 años.
No obstante, resaltó que las estrategias para prevenir los embarazos en adolescentes se han encerrado en los salones de clases donde se llevan pláticas; es necesario que las acciones bajen a la familia en su conjunto.
“No existe una estrategia que atienda a la sociedad y a la familia en su conjunto, el problema es que no se da esa comunicación entre padres y los jóvenes”, dijo.
Indicó que la información que se les baja a los alumnos directamente en las escuelas muchas veces se queda dentro de un salón de clases cuando debería de ir abarcando a toda una familia.