Compete a municipios manejo del basurero conjunto

Othón P. Blanco y Bacalar son los encargados del manejo de los residuos, afirma la Sema.

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el relleno sanitario consta de una celda de residuos de 80 por 80 metros y laguna de lixiviados de 30 por 30 metros, con una profundidad de 1.5 metros.
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Javier Ortiz/SIPSE
CHETUMAL, Quintana Roo.- Es responsabilidad de los Ayuntamientos de Bacalar y Othón P. Blanco, la puesta en funcionamiento y operación del relleno sanitario intermunicipal que se construyó hace dos años y medio, y que en su momento recibieron las comunas.

Alfredo Arellano Guillermo, secretario de Ecología y Medio Ambiente del gobierno del estado, aseguró que la obra fue entregada desde la administración anterior a los ayuntamientos.

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“Es un tramo 100 por ciento municipal. Los municipios lo tienen en operación o mantenimiento, no sé qué estén haciendo con él”, señaló, tras añadir que el tratamiento de residuos sólidos urbanos es competencia municipal.

El relleno intermunicipal fue construido con una inversión de 98 millones de pesos, en un predio de cinco hectáreas, conocido como “El Zapotal”, ubicado en el kilómetro seis de la carretera Cafetal-Mahahual, que consta de una celda de residuos de 80x80 metros, laguna de lixiviados de 30x30 metros con una profundidad de 1.5 metros, cubierta con una capa geotextil para proteger la geomembrana de 1.5 milímetros de espesor.

Nunca ha sido utilizada, porque la obra presenta cuarteaduras en su infraestructura y desmoronamiento en la rampa de los camiones, además que ambos ayuntamientos han señalado costos elevados para la operación del mismo. La construcción estuvo a cargo de la empresa Grupo Fibro, S.A. de C.V.

Para el caso de Bacalar, se señaló en su momento, serviría para depositar los desechos sólidos de comunidades cercanas como Limones, Buenavista, Pedro A. Santos, Ávila Camacho y Chacchoben, así como de Mahahual y Xcalak por parte del municipio de Othón P. Blanco.

Dichas obras fueron recibidas por las administraciones municipales de Eduardo Espinosa Abuxapqui por parte de Othón P. Blanco, y Alfredo Contreras Méndez, en el caso de Bacalar; pero hasta el momento no han sido utilizadas, por los altos costos que representa el traslado de desechos hasta ese sitio, además de las deficiencias estructurales que presenta.

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