Académicos e investigadores coinciden en que la reciente detención de casi 400 indocumentados en el sur de Quintana Roo sólo es la “punta del iceberg”, ya que desde hace cinco años los cárteles de la droga han incrementado el flujo de inmigrantes desde Centroamérica y Chiapas hasta Cancún.

“Hemos realizado varias investigaciones y publicado artículos al respecto: hasta el 2015 la zona limítrofe sur de Quintana Roo era utilizada sólo como una zona de paso de los migrantes rumbo a su camino hacia Estados Unidos. Pero en los últimos años la dinámica cambió y el objetivo es llevarlos hasta Cancún”: declaró el profesor en Relaciones Internacionales, Baltazar Rodríguez Valencia.

El pasado martes fue asegurado en un punto de revisión en el C4 de Chetumal, un camión que transportaba 193 personas indocumentadas procedentes de Chiapas, Honduras, República Dominicana, Brasil, Guatemala, El Salvador, Cuba y Nicaragua. Su presunto destino era el municipio de Benito Juárez.

Mientras que ayer miércoles, otros 282 indocumentados fueron rescatados de dos domicilios en la comunidad de Carlos A. Madrazo (213) y Ucum (69), en la ribera del río Hondo. También se dirigían hacia el norte de la entidad.

Explicó que las organizaciones criminales están utilizando a estas personas para “venderlos” como mano de obra barata, ya sea para el ramo de la construcción o dentro de las filas del narcotráfico, con la promesa de que tras uno o dos años de servicio serán enviados hacia el vecino país del norte.

Las mujeres, por su parte, son usadas dentro de las redes de explotación sexual como prostitutas para los turistas que llegan al destino.

“Ya ha quedado en evidencia la penetración de los cárteles en el sector de la construcción: ofrecen a las grandes inmobiliarias y hoteles trabajadores baratos y por los cuales no se deben preocupar por sus derechos laborales. Es el mismo sistema que se aplica en otros países, incluido Estados Unidos, que tuvo un reciente caso similar en Chicago. La delincuencia se está diversificando”, declaró.

Comentó que la diversidad de países de origen de los indocumentados que han sido rescatados esta semana demuestra que no se trata de casos aislados de cruce de familias, sino que son trasladados por grupos bien organizados que los reclutan en diferentes lugares para después trasladarlos.

“También cuentan todos con el mismo perfil: personas que tienen rasgos no muy diferentes a los de la Península, para evitar sospechas, además de que la mayoría son personas aptas para trabajos físicos. Eso es lo que hemos descubierto con el acompañamiento que realizamos como asociación civil, ‘Sin Fronteras Quintana Roo’, a las personas detenidas”, acotó.

Citó que el sur de Quintana Roo es la frontera mexicana que más fácil de cruzar resulta para los migrantes, debido a la presencia de ríos, presencia de la selva que permite ocultar los traslados, multitud de zonas aisladas para resguardo y poca presencia de la policía.