Dejan impune devastación ambiental a manos de menonitas
La comunidad pidió permiso para utilizar áreas de cultivo, pero se extralimitaron.
Javier Ortiz/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Permanece impune la deforestación de más de mil hectáreas que ocasionaron los menonas establecidos en las comunidades de San Fernando, El Bajío y El Paraíso, porque a dos años de distancia, no han recibido sanción económica.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en los tres casos se resolvieron en sentido sancionatorio, pero “estas resoluciones no han causado estado”.
La instancia señaló que se determinó como responsables a las autoridades ejidales en cada caso, según informó la Subprocuraduría de Recursos Naturales, dependiente de la dependencia federal.
La Profepa detalló que en 2017, se devastaron 130.73 hectáreas en San Fernando; 637.5, en El Paraíso y 678.50 en el ejido El Bajío, que suman mil 446.73 hectáreas.
De acuerdo con las autoridades ejidales de Bacalar, los representantes menonas solicitaron permisos para utilizar 900 hectáreas para sus cultivos, pero se extralimitaron.
Los productores menonitas establecidos en dichos campamentos, junto con el de Salamanca, mantienen al municipio como el principal productor de soya y sorgo, que incluso en 2018 colocó al estado en el top ten de producción a nivel nacional.