Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Los ejidatarios de Bacalar, no permitirán la construcción de los 45 kilómetros de carretera que sirve de entrada a la zona arqueológica de Ichkabal hasta que exista un acuerdo concreto por la tenencia de la tierra.

Filiberto Buitrón Hernández, comisario ejidal, aseguró que han sostenido diversas reuniones con las autoridades tanto del INAH como de diversas dependencias, pero hasta el momento no han llegado a un acuerdo concreto para definir la desincorporación de esa zona.

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Afirmó que "mientras no exista una propuesta concreta por parte de las autoridades para la expropiación de esas tierras no se permitirá una ocupación previa, porque así lo determinó la asamblea", dijo.

Indicó que la última reunión que sostuvieron con autoridades el mes pasado, anunciaron la construcción de la carretera de acceso que va del que comunica a Reforma y hasta la zona arqueológica, “dijeron que ya lo tienen presupuestado”, pero aseguró que en asamblea ejidal acordaron que no permitirán ninguna infraestructura que pueda representar ocupación previa”.

Dijo que el gobierno del estado es quien ha estado invirtiendo en la restauración porque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya señaló que no cuenta con recursos para ello, pero hasta el momento no han recibido ninguna propuesta concreta.

Indicó que habían recibido el ofrecimiento de maquinaria pesada y la inclusión en programas federales que beneficie al ejido, lo que consideró una tomada de pelo, porque pueden hacerlo por su cuenta.

Omar Govea Hernández, director de proyectos de Infraestructura Turística de la Secretaría de Turismo Estatal, anunció a principios de año, una inversión de 12 millones de pesos para continuar los trabajos de restauración de Ichkabal este año, 25% más que el año pasado que se destinó nueve millones de pesos para los trabajos.

Consideró que en abril próximo, los arqueólogos podrían retomar los trabajos de restauración de las ruinas, una vez que el gobierno federal aprueba el proyecto. Al respecto, los ejidatarios señalaron que la exploración puede continuar en tanto se define el tema de la expropiación de las 100 hectáreas que reclama el INAH. Los trabajos de exploración se encuentran suspendidos desde octubre del año pasado.