Alejandra Carrión/SIPSE
Cancún, Q. Roo.- Las calles de la capital del Estado se han convertido en una prueba extrema para quienes las transitan a pie o con algún implemento auxiliar, como silla de ruedas, lo que pone en riesgo su integridad física.

Estas condiciones representan una violación al Reglamento para la Accesibilidad de las personas con discapacidad. Las rampas que existen están obstaculizadas por postes, señalización y hasta han dado permisos para construir cerca de ellas, imposibilitándolas.

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Roberto Chi Interian, director general de Obras Públicas municipal, reconoció que más del 50% de las rampas en Chetumal, están obstaculizadas por postes de luz, de teléfono o están inclinadas más de lo norma,  provocando poca o nula accesibilidad de las personas con discapacidad. 

También asumió que la planeación que se le ha dado a las calles no cumplen con el ancho de 1.5 metros que deben de tener, además de que por cada 100 metros, existen de tres a cuatro obstáculos.

“La calle debe medir 1.5 para que por necesidad de la infraestructura de algún poste o letrero de calle, haya espacio para que se pueda transitar en la silla de rueda”, indicó.

Existen algunas banquetas donde sí se transita con mucho trabajo, ya que los ciudadanos obstruyen el paso con plantas en las aceras, canastas o botes de basuras, rejas abultadas o entrada de vehículos, obstruyendo el paso de una persona con discapacidad. 

Urgen sanciones 

Carlos Cime Aké, promotor de Integración Social de Personas con Discapacidad, revelo que en Chetumal, cinco de cada 10 rampas además de estar obstaculizadas, no cumplen con las especificaciones para que pueda pasar con seguridad una silla de rueda, pues están a desnivel. 

Resaltó que es necesario que las autoridades o instituciones sancionen a la gente que ocupa esos espacios, pues en muchas ocasiones el paso es obstruido por vendedores ambulantes, taxistas o por gente que no es consciente y se estaciona en espacios designados. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en 15 de las 32 entidades federativas del país, la prevalencia de la discapacidad entre la población que reside en cada una de ellas es mayor que la observada a nivel nacional. Nayarit y Durango son las entidades que presentan las prevalencias más altas del país, con 8.2% y 7.5%, respectivamente. 

Le siguen tres estados con una prevalencia de 7.4% (Colima, Jalisco y Zacatecas).  Quintana Roo está dentro de los Estados que están debajo de la media nacional, con un porcentaje de 5.3 personas con discapacidad.