Frío y contaminación de fábrica de azúcar atraen al COVID-19 en Río Hondo

Las emisiones que emite la fábrica también pueden provocar que las personas pierdan la vista.

|
Foto: Carlos Castillo
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El hollín que emite la fábrica de azúcar y acompañado de las bajas temperaturas, aumentan el riesgo de contraer enfermedades respiratorias y volver vulnerables al COVID-19 a los habitantes de la ribera del Río Hondo, que ha mantenido casos activos durante toda la pandemia.

Rene Misael Millán, representante de la Sociedad Organizada de Socorristas (SOS), aseguró que las autoridades se salud no han realizado ningún tipo de recomendación sobre las afectaciones que tiene en la salud el hollín que genera y emite sobre la zona cañera el ingenio azucarero durante las 24 horas del día, los seis meses que dura la molienda.

A pesar que está agroindustria es considerada como actividad esencial y lleva activa desde el inicio de la pandemia, no se cuenta con módulos para realizarse pruebas rápidas de COVID-19, además de que los servicios de salud son precarios.

“En la zona cañera se tiene un hospital familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sin un solo especialista y aproximadamente una clínica de la Secretaria de Salud (Sesa) en cada una de las 15 comunidades carentes de médico y medicamentos”, denunció.

Aseguró que el inicio de la zafra ha estado acompañado de cambios bruscos de temperaturas principalmente gélidas, lo que hace aún más vulnerable a la población, principalmente adultos mayores y niños a contraer enfermedades en las vías respiratorias y pulmones.

Dijo que, el que la gente este acostumbrada a respirar este hollín, no los hace inmunes a las enfermedades que esta podría causarles, y debilitar el sistema inmunológico lo cual es esencial para poder sobrevivir al contagio de COVID-19.

Esto dijo podría ocasionar una mayor vulnerabilidad y propagación de casos del covid-19 en la zona cañera.

“Si bien es cierto la gente está acostumbrada a vivir con las emisiones de la fábrica y posiblemente de las bajas temperaturas, nunca se había conjugado con una pandemia que ataca directamente el sistema respiratorio y cause la muerte tan rápido como el Coronavirus”, comentó.

Emisiones de la fábrica de azúcar pueden dejar ciegas a las personas

Además aseguro que las emisiones que genera la fábrica de azúcar, también puede causar infección en los ojos, y en casos severos la perdida de la vista.

Por eso dijo es necesario que las autoridades planteen una estrategia o recomendación a la población como no exponerse cuando las partículas de cenizas estén cayendo en las calles y resguardar a las personas con enfermedades crónico degenerativas con defensas bajas.

Señaló que la mayoría de pacientes prefieren acudir a consultar a la Delegación de la Cruz Roja, en la zona cañera, donde la atención es gratuita y la mayoría de las ocaciones incluye medicamentos, pero tampoco se cuenta con pruebas rápidas del COVID-19.

Realizó un llamado a las autoridades de la Secretaria Estatal de Salud, la dirección municipal de salud, al igual que a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para que tomen acciones al respecto, y poder evitar una mayor propagación en la zona rural.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

Hoteleros piden bajar costos de pruebas Covid en Quintana Roo

Lo más leído

skeleton





skeleton