Carlos Castillo/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La zafra 2018-2019 del Ingenio San Rafael de Pucté concluyó con una molienda de un millón 850 mil 299.680 toneladas de caña, una cifra menor a la meta programada de un millón 970 mil toneladas.

Ayer sonaron los silbatos que anunciaban el cierre de actividades en los molinos del Ingenio. Este año la zafra presentó contratiempos como la floración prematura de la gramínea, la sequía prolongada y la retención de recursos y avíos por parte de la financiera Unagra, lo que provocó que el estimado disminuyera 8 %.

La fecha de clausura estaba programada para para el 28 de mayo, según el acta de zafra firmada entre organizaciones cañeras y representantes de Ingenio San Rafael de Pucté, aunque en este año concluyó 14 días después.

Benjamín Gutiérrez Reyes, presidente de la Asociación Local de Caña de Azúcar de la ribera del río Hondo, resaltó que aunque no se logró el estimado de cosecha, las más de un millón 850 mil toneladas de caña levantadas consiguieron superar un récord de producción de azúcar con más de 180 mil toneladas, de las cuales, 80 % es para exportación.

Detalló que según los datos preliminares, el pago de la tonelada de caña será de 708.80 pesos, para los productores de la ribera del río Hondo, aunque las cifras podrían subir o bajar antes del cierre del ciclo azucarero el próximo 30 de septiembre.

Indicó que con 700 pesos que alcance el precio de la caña, los casi tres mil productores de la zona sur, tendrán buenos alcances en la liquidación final, siempre y cuando no deban al ingenio San Rafael de Pucté.

Gutiérrez Reyes consideró que para la próxima zafra, podría haber mayor afectación porque existe un excedente de azúcar en todo el país, que muy probablemente provoque una baja drástica en los precios.

“Tenemos que dedicarnos a trabajar el campo como debe ser, mejorar el rendimiento de las parcelas aplicando fertilizantes, para elevar el rendimiento por hectárea, así como procurar tener una cosecha eficaz para aumentar el Karbe”, comentó.

Finalmente, dijo que se deben de cambiar los mecanismos de financiamiento porque entre los problemas que afectaron al sector cañero de Quintana Roo, durante esta zafra, se perdieron alrededor de 300 millones de pesos en ese tema.