Las primeras empresas del Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico (RFE) de Chetumal arrancaron operaciones a partir de esta semana, con lo cual se pretende potencializar la economía de Quintana Roo, principalmente de la zona sur.

Se trata de las empresas Markins Marcas Institucionales, que producirá y comercializará en la modalidad de mayoreo productos profesionales de limpieza e higiene y desechables a hoteles, oficinas y restaurantes, principalmente. BioAqua del grupo Wasser que ofrece soluciones integrales para el tratamiento del agua.

La empresa GDC DataComm tiene dos giros industriales y por ello contrató dos espacios, el primero es para el desarrollo tecnológico de software y hardware y servicios; el segundo es para la fabricación y ensamblaje de vehículos eléctricos.

Es decir, cuatro naves industriales que están llevando a cabo sus actividades a partir de ayer, con un enfoque del comercio exterior e interior, explicó Rosa Elena Lozano Vázquez, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sede) en Quintana Roo.

La funcionaria estatal destacó que el objetivo principal de este proyecto que entró en marcha es la reactivación económica de la zona sur, generación de fuentes de empleo, potencializar la actividad de manufactura e industrial y generación de nuevas cadenas de valor.

“Lo hemos logrado hoy, invitamos a la inversión privada a que tengan la confianza de venir a invertir al sur y que desde luego con esta pequeña infraestructura que hemos creado de naves industriales poder generar ya el inicio de las operaciones y trascender, que Quintana Roo tenga un área identificada que permita la logística del comercio exterior”.

Ayer a las 14 horas se realizó el recorrido por las cuatro naves y el gobernador Carlos Joaquín González destacó que las actividades económicas se diversifican en la entidad.

Hasta el momento son 132 millones de pesos que se invirtieron en este recinto y van 35 millones de pesos más para seguir con la construcción de naves, que el proyecto considera un total de 68 para ser ocupadas por los inversionistas.

Consiste en la introducción de mercancías extranjeras, nacionales o nacionalizadas a un inmueble habilitado como RFE, convirtiéndose con ello en un objeto de manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación o reparación, con el beneficio de no pagar impuestos al comercio exterior ni cuotas compensatorias.

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