La Unidad de Medicina Familiar número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ribera del Río Hondo, es un elefante blanco debido que no hay especialistas, y donde derechohabientes y familiares pasan un calvario para que sean atendidos.

Desde hace una década, la unidad médica ha perdido sus especialistas como dentistas y ginecólogos, y en su momento se mencionó que habría más doctores especializados, sin embargo, todo quedó en mentira, denunció María de Jesús Ramírez, productora de caña afiliada al IMSS.

“Nos levantamos desde muy temprano para que toque ficha, y al final simplemente les dicen que no podrán ser atendidos por los especialistas porque no hay, y pese a los reclamos, esta situación les vale a los del IMSS”, comentó.

Dijo que en más de 30 años que lleva pagando su cuota de seguridad social, poca ha sido la atención que ha recibido de este nosocomio, pues ante la falta de especialistas, optan por conseguir recursos para buscar atención médica particular.

“Si te atienden los enfermeros y el único médico que hay, pero si quieres atención especializada te transfieren a Chetumal, donde te dan cita hasta dentro de 6 meses, y quien sabe si uno viva tanto enfermo”, refirió.

Confió en que la directiva tome en cuenta las necesidades de los derechohabientes, especialmente ahora que por la temporada invernal han incrementado los casos de enfermedades respiratorias, por lo que hacen falta doctores.

Otros derechohabientes del Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS), en la ribera del Río Hondo, denunciaron que persiste el desabasto de medicamentos, principalmente para el control de enfermedades crónico-degenerativas.

La supuesta causa y única explicación que les dan a los campesinos de la caña con acceso a este servicio médico, es porque en diciembre se cerró la recepción de fármacos y apenas se está reactivando.

Los pacientes con diabetes o hipertensión e la Unidad Familiar número 5 del IMSS, que requieren medicamentos son enviados a la capital del Estado o tienen que conseguirlos por su cuenta.

En la zona cañera hay diversas empresas que contribuyen con la cuota del seguro social, incluyendo el Ingenio azucarero San Rafael de Pucté, que mantiene asegurados a más de 600 empleados al IMSS

Según datos de las asociaciones cañeras de la zona, cada año se pagan por concepto se seguridad social de los productores y cortadores de caña, más de 30 millones de pesos anuales.

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