El solsticio de invierno: el día más corto del año llega este sábado
Este evento astronómico ocurre cuando el hemisferio norte está inclinado en su punto máximo lejos del Sol.
Este sábado 21 de diciembre marca el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el día más corto y la noche más larga del año. Este evento astronómico señala el inicio oficial del invierno y es ideal para disfrutar de luces festivas y mantas cálidas.
El solsticio ocurre cuando el hemisferio norte está inclinado en su punto máximo lejos del Sol, lo que reduce la cantidad de luz solar recibida. A partir del domingo, los días comenzarán a alargarse gradualmente hasta el solsticio de verano en junio.
Mañana será el día más corto de este 2024
— Carlos Tolentino (@Carlostoletv) December 20, 2024
El sábado, 21 de diciembre, será el día más corto del año, pues será el solsticio de invierno y el día tendrá una duración de 11 horas y 2 minutos. #SolsticioDeInvierno pic.twitter.com/lNmt228mG9
Estos cambios en la luz solar han sido observados por la humanidad desde hace siglos. Monumentos históricos como Stonehenge en Inglaterra y el Torreón en Machu Picchu, Perú, fueron diseñados para alinearse con los solsticios, evidenciando la importancia cultural y científica de este fenómeno.
Los solsticios se producen debido a la inclinación del eje terrestre mientras la Tierra gira alrededor del Sol. Durante el solsticio de invierno, el hemisferio norte experimenta su noche más larga, mientras que en el hemisferio sur, donde es verano, se vive el día más largo del año.
En contraste, los equinoccios, que ocurren en marzo y septiembre, son los momentos en los que ambos hemisferios reciben la misma cantidad de luz solar, resultando en días y noches casi iguales.
¿Cómo se dividirán las estaciones?
Las estaciones también pueden dividirse en meteorológicas y astronómicas. Las estaciones meteorológicas, basadas en patrones climáticos, inician en fechas fijas: invierno comienza el 1 de diciembre.
Por otro lado, las estaciones astronómicas dependen de los solsticios y equinoccios, marcando el inicio del invierno y verano en diciembre y junio, y la primavera y otoño en marzo y septiembre.
Este fenómeno natural recuerda la conexión de la humanidad con el cosmos y ofrece una oportunidad para reflexionar sobre el paso del tiempo.
(Con información de Reforma)